Águila y Jocoro pactaron un debut con un pálido 0-0 carente de emociones y de sobradas dudas para los anaranjados que fueron desaprobados por su afición. Los fogoneros, ya con todas las piezas foráneas, mostraron colmillo.
Sin novedades en su 11 inicial, el Águila dejó muy poco a la imaginación y tampoco creó mayores expectativas al ojo del aficionado. Si acaso, la única pieza nueva para la retina de los espectadores fue la inclusión de Francisco Laínez en el frente de ataque y que fue a la postre el jugador más punzante de los anaranjados durante todo el primer acto.
El Jocoro, en cambio, sorprendió con un tridente de avanzada. El técnico Edgar Henríquez incluyó de entrada al hondureño Jairo Crisanto para que acompañara en ofensiva a Jhon Machado y Santos Guzmán, y a partir de ahi pusieron en ascuas a la zaga migueleña e hicieron que Benji Villalobos ensuciara el uniforme en las primeras de cambio.
Primero fue el veterano Yuvini Salamanca, al 9′, quien le hizo llegar en apuros a un balón que amenazaba con irse al fondo después de un tiro libre desde la frontal del área y luego, solo dos minutos después, Júnior Padilla lo asustó con un remate sobre el horizontal.
Empero, antes de llegar a la pausa del primer tiempo, los fogoneros no sólo comandaron las acciones en ataque sino que también gestionaron mejor el traslado de pelota y aunque el Águila hilvanó algunas llegadas tibias, la hinchada naranja despidió los primeros 45 minutos a disgusto.
«Devuelvan las entradas» reclamó en vos baja un aficionado que minutos antes les había gritado que a qué horas iban a jugar, mientras la afición despedía a los jugadores camino a los camerinos bajo un manto de silbidos.
Y si al primer episodio le faltó soltura y frescura, en el complemento fue más evidente que los jugadores vienen «engarrotados» y faltos de ritmo de la pretemporada. Agustín «Chochera» Castillo, por ejemplo, su primer movimiento lo generó enviando a las duchas a Yan Maciel, el hombre más en forma de los anaranjados en el torneo pasado.
La salida del brasileño le dio espacio al canterano Robin Borjas que dejó pinceladas de buen fútbol cada que tocó el balón. Sin embargo, cuando más cómodo parecía el Águila, Santos Ortiz recibió roja después de acumular amarillas, en el 62′, y los locales debieron continuar el juego en inferioridad numérica.
A partir de ahí la escuadra local terminó bajo el dominio de los fogoneros que redujeron al Águila a su propia parcela toda vez que la Chochera Castillo renunció al ataque con la sustitución de Laínez, su único hombre en punta.
El Águila y su hinchada volvieron a despertar y reavivar esperanzas cuando se vieron en igualdad de condiciones en la cancha y eso sucedió en el 76′, cuando Nelson Moreno vio su segunda cartulina amarilla y fue extrañado del terreno de juego. En este lapso, no obstante, la mejor ocasión de gol fue para la visita, pero se desperdició en los botines de Nelson Alvarenga. Al final terminaron conformándose con el resultado.