Todo ocurrió en una conferencia de prensa realizada en 2013. Ahí, congresistas de Estados Unidos se comprometieron públicamente a impulsar una reforma migratoria que beneficiaría a millones de indocumentados. Sin embargo, una década después, esa iniciativa sigue siendo un vacío profundo que, contrario a lo prometido, se ha transformado en políticas cada vez más agresivas.
Así lo destacaron este día medios internacionales, quienes hicieron remembranza de cómo hace 10 años, congresistas como Chuck Schumer, John McCain, Lindsey Graham, entre otros, hicieran una declaración pública de las intenciones de Estados Unidos por impulsar una reforma migratoria, la cual sigue sin llegar en la actualidad.
«Creo que 2013 es el año de la reforma migratoria», comentó Graham en ese momento, según destaca la agencia de prensa AP este lunes en una de sus publicaciones. Dichas palabras han quedado en el vacío y, muy lejos de esa promesa, el entorno se ha convertido en una lluvia de propuestas y medidas cada vez más represivas, incluso desde el ala demócrata de EE. UU.
Según AP, «muchos republicanos piden tolerancia cero en la frontera como una forma de contentar a sus votantes de base», mientras «los demócratas han pasado la última década vacilando entre restricciones más firmes en la frontera y esfuerzos por suavizar y humanizar la política de inmigración».
Este medio agrega que, en dicho contexto, las organizaciones en favor de los migrantes, así como también expertos en política migratoria, comienzan a considerar que, pasados 10 años, la prometida reforma migratoria está más lejos que nunca y sin vistazos alentadores.
«El Congreso estuvo cerca de marcar un hito en inmigración en 2013 con el grupo de ocho senadores. Su propuesta se aprobó en el Senado en junio de ese año y buscaba abrir una vía a la ciudadanía para millones de personas que estaban en el país sin permiso de residencia, así como ampliar las visas de trabajo, al tiempo que endurecía la seguridad en la frontera y obligaba a los empleadores a verificar la situación legal de sus trabajadores», señala AP.
«Aun así, el presidente de la cámara, el republicano John Boehner valoró el apoyo a la iniciativa en la cámara de mayoría republicana en enero de 2014 y concluyó que había demasiados legisladores que desconfiaban del gobierno de Obama. Para el verano, la propuesta estaba muerta», recuerda dicho medio internacional.
Desde ese momento, la política migratoria de Estados Unidos ha pasado por varios matices, pero ninguno con la claridad suficiente para mantener viva la esperanza de una reforma migratoria. En la actualidad, el tema de la migración sigue siendo una deuda pendiente del gobierno de Joe Biden, pese a que fue una de sus mayores promesas de campaña.
De igual manera, los centros de detención de migrantes también han estado en el ojo público internacional estos días, luego del incendio de uno de estos puntos en Ciudad Juárez, México, en el que murieron cerca de 40 migrantes y donde se ha exigido una investigación ante una posible negligencia por parte de los custodios de dicho lugar.