En los últimos años, las navieras más importantes del mundo aumentaron su presencia en destinos del océano Pacífico y como consecuencia el sector ha incrementado la demanda de los servicios de reparación y mantenimiento para mantener su actividad comercial.
Para responder a esta necesidad y fortalecer el polo de desarrollo logístico de la zona oriental, el Gobierno de El Salvador se encuentra embarcado en el proyecto de construir un astillero en el puerto de La Unión, cuyo estudio de factibilidad comenzará este mes y estará a cargo de la empresa consultora coreana Daeyoung Engineering, seleccionada en diciembre pasado.
El comisionado presidencial para Proyectos Estratégicos, Cristian Flores, informó a «Diario El Salvador» que se espera que los resultados del estudio estén preparados en noviembre próximo; además, dijo que este primer paso para consolidar el proyecto se gestionó gracias a la estrecha colaboración entre los gobiernos de El Salvador y Corea del Sur, con la participación del Ministerio de Océanos y Pesca y la consultora Daeyoung Engineering.
Anunció que en los próximos días la Comisión de Proyectos Estratégicos, en conjunto con las áreas económicas y diplomáticas del Ministerio de Relaciones Exteriores, recibirá a la comitiva oficial de la consultora, que tiene el objetivo de definir en detalle el alcance del proyecto e interactuar con las entidades gubernamentales pertinentes.
«Colaboramos en todo lo que El Salvador necesite para el éxito de su astillero en el puerto de La Unión, desde los aspectos técnicos, financieros y operativos», dijo en una reunión virtual previa el director general de Daeyoung Engineering, Dae-Jin Kim.
En consecuencia, Flores mencionó que el proyecto del astillero «no solo representa un hito en la infraestructura portuaria salvadoreña, sino que también se integra como parte fundamental del desarrollo en la zona oriental para propiciar la reactivación del puerto y aprovechar 107 áreas extraportuarias».
Remarcó la ventaja competitiva de la ubicación del país en el centro del continente, una localización que le permite capitalizar la demanda de atención para naves de gran calado en una zona en la que no existen opciones cercanas.
«El Salvador se convierte en el primer país de la región con un astillero, desde el norte de México hasta Ecuador. Contamos con el respaldo de expertos de talla mundial en la industria de la reparación y el mantenimiento de grandes embarcaciones», agregó Flores.