Aunque la vida de un estudiante afroamericano de 16 años está en riesgo tras recibir disparos de su agresor, la Policía de Kansas, Misuri, Estados Unidos, tomó la declaración del atacante y lo dejó en libertad.
El 13 de abril, Ralph Yarl, de 16 años, un estudiante destacado, como lo describen sus maestros, acudió al domicilio de un amigo para recoger a sus hermanos; sin embargo, tras equivocarse de dirección, tocó el timbre de otro inmueble y su propietario lo recibió con disparos. La Policía no ha querido compartir la identidad del atacante, un «hombre blanco», a quien solo tomó su declaración y lo dejó ir. Esta acción generó protestas en Kansas durante el fin de semana.
«No se puede disparar sin justificación cuando alguien llama a tu puerta, y llamar a tu puerta no es justificación. Este tipo debería ser acusado», declaró a medios de comunicación local Ben Crump, abogado defensor de los derechos civiles y representante de la familia de Yarl en el caso.
La comunidad exige justicia, especialmente cuando Yarl es conocido por su talento académico y musical, con el que ha ganado varios premios.