El FAS excavó y encontró petróleo en el estadio Correcaminos. Los tigrillos aprovecharon el complemento para tumbar a un Fuerte Francisco sin credenciales para dar pelea.
Al cierre del primer acto hubo un par de aplausos, pero fueron inmerecidos: hicieron mucho más méritos para salir silbados. Comandos y tigrillos ofrecieron un partido rocoso, soñoliento y el 0-0 de los primeros 45 minutos fue evidencia inequívoca.

En ese periodo FAS lució un poco más ordenado en la salida, pero toda vez cruzó la zona ancha le faltó quien frotara la lámpara por lo que sus incursiones fueron estériles.
El anfitrión, por su parte, fue un manojo de nervios, le quemó el balón y eso incendió los nervios del técnico Nelson Ancheta, que desaprobó con voz y lenguaje corporal las malas entregas y falencias de su equipo.
«Ténganla, ténganla, ¿cuál es el miedo, azules?», gritaba desde su banquillo, molesto porque sus pupilos lanzaban el pelotazo y se la entregaban a Jónathan Nolasco que manejaba a placer la media cancha de FAS.
Cuando llegó la pausa de hidratación, Ancheta aprovechó para calmar los ánimos caldeados de sus pupilos: «Todos la estamos c a… dediquémonos a jugar», les dijo para zanjar cualquier discusión.

En el cuarto de hora restante cayeron bajo el dominio total de los asociados que merodearon el área, pero la llegada más contundente se esfumó en los botines de Bryan Paz (43′).
En el arranque del complemento el anfitrión ofreció un nuevo brillo, pero toda vez Rafael Tejada les torpedeó la cabaña con el 0-1 se desdibujó y, luego, al 83′, Yair Arboleda con el 0-2 les cortó el oxígeno.