Que los centros penales en El Salvador sean autosostenibles es el objetivo que tiene la administración actual del sistema penitenciario. El director de centros penales, Osiris Luna Meza aseguro esta mañana que para el próximo año se espera que los privados de libertad puedan cocinar sus propios alimentos.
«El tema de la autosostenibilidad comprende que los privados de libertad produzcan, cocinen y consuman sus propios alimentos y así no sea una carga para el Estado salvadoreño. En pocas semanas, la primera semana de enero, estamos poniendo la primera piedra en la construcción de cocinas», dijo el funcionario.
Luna detalló que «todo tiene un porqué en el desarrollo de la política integral de seguridad y rehabilitación. Ya se les enseñó todo el tema de cultivos, lo que deben cultivar para que ellos puedan cumplir con el menú que se requiere, ellos mismos van a cocinar», explicó.
El director de Centros Penales dijo que van a ser aproximadamente 3, 700 privados de libertad que estarán en las diferentes cocinas a nivel nacional, «que serán de primer nivel», produciendo los alimentos que consumirán.
Luna reiteró que esta acción beneficiará a la reducción de los gastos del Estado, así como a los reos a quienes «estamos enseñándole un oficio y que no vamos a permanecer en ocio. A medida que estas personas vayan desarrollando una muy buena conducta, apegados al régimen, podrán optar al 2×1 del trabajo penitenciario, para que ellas mismas puedan ganarse su libertad».
Actualmente, el Estado destina alrededor de $38 millones al año en la alimentación de los más de 39,000 privados de libertad recluidos en los centros penitenciarios a nivel nacional.
La actual administración de Centros Penales le ha apostado a la transformación de las cárceles, las cuales estuvieron en manos de las pandillas en gobiernos anteriores.
Uno de los proyectos insignia de la actual administración es el Plan Cero Ocio, creado para que el 100% de los reos que se encuentran en los diferentes centros penitenciarios a escala nacional lleven a cabo trabajos de utilidad para las comunidades y para que eviten el ocio carcelario.
Dicha transformación ha beneficiado a miles de salvadoreños luego que privados de libertad se encargaran de reparar o remozar centros escolares, hospitales, unidades de salud y hasta sedes policiales.
En reiteradas ocasiones Osiris Luna ha dicho que son aproximadamente 2,000 privados de libertad, en fase de confianza, que salen diariamente de centros penales para apoyar en obras sociales a nivel nacional, las cuales benefician a la población.
El Plan Cero Ocio contempla los reclusos se mantengan activos, tanto dentro como fuera de la cárcel durante el tiempo de su condena, bajo lineamientos de orden, control y disciplina.