Las vacaciones agostinas están a las puertas, y es una de las temporadas en las que más visitantes internacionales llegan al país para disfrutar de los distintos destinos turísticos, al igual que de los platillos salvadoreños.
Para esta temporada, el Ministerio de Turismo (Mitur) estima que El Salvador recibirá a más de 57,000 turistas internacionales, un movimiento que dejará saldo de alrededor de $60 millones en divisas.
Asimismo, las proyecciones de la cartera de Estado indican que más de 290,000 visitantes disfrutarán de los 14 parques de diversiones que operan en el país y que son administrados por el Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU).
La ministra de Turismo, Morena Valdez, hizo un llamado a los salvadoreños para que hagan más turismo interno, ya que el país cuenta con una variedad de destinos turísticos, como montañas, pueblos, cultura, historia y rutas como la Cafetalera y la Panorámica.
«Estamos promocionando los destinos; además, hacemos recomendaciones y trabajamos de la mano con todas las entidades del Gobierno para ofrecer lo mejor a los visitantes», afirmó.
Una de las instancias con las que coordinan la agenda de festividades agostinas es la alcaldía de San Salvador, a fin de que los salvadoreños tengan una amplia gama de opciones para disfrutar de las fiestas, que se celebran entre el 1.º y el 6 de agosto.
«Hacemos actividades en el Centro Histórico de San Salvador y la Zona Rosa. Estamos trabajando en conjunto. Los invito a que consulten nuestras redes sociales porque estaremos publicando las actividades», dijo la funcionaria.
Por otra parte, Valdez explicó que en la actualidad el sector turístico salvadoreño se ha recuperado en un 92 % en ingresos de visitantes, por lo que considera que es uno de los países que más rápido se han recuperado en la región.
Las estadísticas de la cartera de Estado revelan, además, que entre enero y junio de 2022 alrededor de 2.8 millones de turistas han visitado los parques turísticos, así como 1.1 millones de personas llegaron a El Salvador, lo que ha generado un derrame económico de $1,189 millones en ingresos de divisas.