El fiscal general Raúl Melar informó que el pasado martes entregaron los cuerpos a los familiares de Diego Miguel de León Sibrián, de 22 años y su compañero Wilmer Escalante quienes desaparecieron el 27 de noviembre del 2020 en la residencial Nuevo Lourdes.
«Ayer [martes] entregamos sus cuerpos a sus familias para que puedan descansar, después de tanto sufrimiento. Nosotros no descansaremos hasta castigar a los culpables», afirmó Melara.
Los cadáveres fueron encontrados el 23 de enero en un cementerio clandestino situado en cantón El Limón, municipio de Colón.
Diego recién se había convertido en padre de familia y trabajaba en el área de servicio al cliente de un restaurante de comida china. Su familiar relató que el día de la desaparición llegó de trabajar, descansó un poco y luego salió hacia la residencial Nuevo Lourdes Poniente, donde se encontraría con Wílmer Vladimir para entregarle un dinero prestado.
Cuatro días después de la desaparición, el 1 de diciembre de 2020, una mujer identificada como Mónica Michel Carranza Muñoz, de 27 años fue detenida en la casa #1 del block 43 A, de la residencial Nuevo Lourdes donde se encontraba estacionada la motocicleta de Diego.
Ese mismo día, la Policía también localizó dentro de la vivienda, el casco del joven, una subametralladora 9 milímetros, 100 cartuchos calibre 38, 50 cartuchos 9 milímetros y 50 cartuchos para pistola 357.
De momento solo Carranza Muñoz está siendo procesada en relación a la desaparición y muerte de estas dos víctimas.