El Fondo Monetario Internacional (FMI) criticó fuertemente la decisión de la administración de Joe Biden de aumentar los aranceles a los productos chinos que, en el caso de los vehículos eléctricos, suben del 25 % y llegan al 100 %.
«Con respecto a los aranceles, nuestra opinión es que Estados Unidos estaría mejor servido si mantuviera las políticas comerciales abiertas que han sido vitales para su rendimiento económico», dijo la portavoz del FMI, Julie Kozack.
Estados Unidos decidió aumentar los impuestos a la importación de productos chinos como una manera para «proteger» las recientes ganancias en fabricación y empleo en su territorio, frente a las «exportaciones injustamente infravaloradas de China», aseguró en su momento Lael Brainard, principal asesora económica del presidente Biden.
La República Popular China anunció, apenas se anunció el aumento de los aranceles, que iba a llevar el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), que prohíbe las alzas de impuestos a la importación de manera unilateral.
En la actualidad, los niveles de deuda de Washington DC presentan una tendencia ascendente, sumado a este fenómeno se encuentran las restricciones comerciales y las políticas industriales dirigidas a China, además del impacto de la restrictiva política monetaria de la Reserva Federal que ha causado la devaluación de otras divisas mundiales frente al dólar estadounidense.
Según indican estudios realizados por el FMI, la fragmentación de la economía mundial podría ocasionar pérdidas potenciales para el Producto Interno Bruto mundial de hasta 7 % en una «fragmentación grave», que equivale a la producción combinada de las economías alemana y japonesa.
Estados Unidos ha bloqueado en su territorio las operaciones de empresas chinas como Huawei y ordenó un bloqueo para que la empresa no tuviera acceso a las últimas tecnologías de desarrollo de microchips. Sin embargo, los nuevos productos del gigante asiático han incorporado sus propios procesadores.
Además, los vehículos chinos de compañías como BYD lideran las ventas en el mercado global, incluso superan al famoso Tesla estadounidense.Europa también ha acusado a China de entregar jugosos subsidios a los fabricantes de automóviles, lo que permite precios más baratos, pero pone en desventaja a las automotrices locales.
«Alentamos a Estados Unidos y China a trabajar juntos hacia una solución que aborde las preocupaciones subyacentes que han exacerbado las tensiones comerciales ente los dos países y, en términos más generales, instamos a todos los países a trabajar dentro del marco multilateral para resolver sus diferencias», exhortó Kozack.
Además del golpe que esto puede provocar a la economía china, que ha logrado notables avances en los últimos años, el FMI considera que uno de los efectos colaterales de la tensión entre China y Estados Unidos es el peligro para el resto del mundo.
El FMI, señaló Kozack, apoya «un sistema comercial abierto y basado en reglas» que ha sido «fundamental para el crecimiento económico y la estabilidad durante las últimas décadas».
Debido a ello, la funcionaria del FMI recordó que es importante reconocer que no todas las comunidades y personas se han beneficiado por igual de una economía global integrada, por lo que se hace necesario prestar mayor atención para garantizar que los beneficios del comercio se compartan de manera más equitativa entre las sociedades.