«Prefiero morir como rebelde que vivir como esclavo» y «Fuera Giammattei» se leía en las pancartas de algunos de los manifestantes que llegaron con mascarillas a la plaza central, frente a la antigua sede del gobierno, ubicada en el centro histórico de la capital.
Las protestas del domingo transcurrían, hasta el momento, de forma pacífica, un día después de que un grupo de guatemaltecos quemara la sede del Congreso en protesta por la aprobación de un presupuesto que no contempla aumentos en las partidas sociales y prevé un fuerte endeudamiento público.
La Universidad de San Carlos, la única estatal del país, hizo un llamado para convocar un paro nacional el lunes, una petición que no ha tenido respuesta de otros sectores.
«Guatemala llora sangre, el pueblo ya está harto, hemos vivido pisoteados por más de 200 años», dijo un manifestante que no se identificó.
«Nos planteamos la reducción de gastos de funcionamiento, enfocando esos recursos para la atención de las prioridades de país. Además, de reducir el déficit fiscal y como resultado, un menor endeudamiento», dijo el viernes Giammattei sobre el presupuesto.
El vicepresidente del país, Guillermo Castillo, que anteriormente se desmarcó de su presidente y le reclamó la dimisión, pidió este domingo al Ministerio Público (MP, fiscalía) que investigue la quema de oficinas del Congreso pero también la represión policial.
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Por su parte, el actual presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, utilizó sus redes sociales para dar respuesta a la reacciones de los guatemaltecos quienes se han manifestado en su contra. El mandatario escribió el siguiente mensaje: «He instruido al ministro de Finanzas que convoque a tanques de pensamientos y a diferentes sectores de la sociedad civil, para que en conjunto podamos hacer un análisis que nos permita llegar a consensos respecto al presupuesto 2021, en respuesta a las necesidades del país». Asimismo compartió el siguiente comunicado:
El viernes, Guillermo Castillo ofreció a Giammattei dimitir juntos «por el bien del país». Si llegaran a renunciar ambos gobernantes, el Congreso tendría que juramentar al canciller, Pedro Brolo.
Cabe mencionar, que la protesta del sábado frente al Congreso, la policía capturó a casi 40 personas, entre ellos dos menores de 18 años, y casi medio centenar fueron hospitalizadas, uno de ellos en estado grave pero estable.
El Congreso, en su mayoría integrado por el oficialismo y partidos afines, aprobó esta semana un presupuesto para 2021 de casi 12.800 millones de dólares, un 25% más abultado que el de este año.
La mayoría de los fondos están dirigidos a infraestructuras con el sector privado y no prevé aumentos en las partidas de salud ni de educación, ni tampoco en las destinadas a combatir la pobreza y la desnutrición infantil. El 59,3% de la población vive en la pobreza y la desnutrición infantil afecta a casi el 50% de los niños menores de cinco años.