El sueño de Christopher Geovanny Hernández Salgado se hizo realidad al conocer y conversar con el astronauta de la NASA de ascendencia salvadoreña, Frank Rubio, quien, tras permanecer más de un año en el espacio, ha llegado a El Salvador y hoy hizo un recorrido por la zona oriental del país.
El encuentro de este niño migueleño apasionado por la astronomía y su héroe fue posible luego de la publicación de su historia el lunes en Diario El Salvador, la cual fue del conocimiento de Rubio, quién pidió invitar al menor de 10 años a una visita que hizo ayer por la tarde a la Universidad Gerardo Barrios de San Miguel.
«Me siento bastante feliz y todavía un poco nervioso por lo que acaba de pasar, porque tuve la oportunidad de preguntarle a un astronauta sobre que se sentía vivir en el espacio, como se alimentan y que se siente caminar a dónde él estuvo. Me ha animado mucho a seguir estudiando para que en un día futuro yo también pueda cumplir mi sueño de ser un astronauta», expresó Christopher.

El encuentro personal entre Christopher y Frank fue posible después de una conferencia que brindó el astronauta a estudiantes de educación media y de educación superior en dicho centro de estudios, como parte de los acercamientos con sectores que están construyendo crecimiento en las áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.
La emoción de este estudiante de 4 grado fue evidente desde el inicio de la reunión, pues Frank Rubio representa para este niño lo más cercano a la realidad de poder llegar en un futuro a lograr también el sueño de convertirse en un astronauta, un deseo que ha manifestado desde que tenía 4 años.

En medio de las preguntas y respuestas que intercambiaron el niño y Frank también hubo un espacio para otros detalles como la firma de autógrafos; Christopher también tuvo el placer de lucir por unos momentos la chamarra que llevaba puesta el astronauta y que es de uso exclusivo de los miembros de la NASA.
«Lo que más me impactó es que Frank le expresó a mi hijo que él debe vivir el día a día; es decir vivir el 4 grado que está haciendo en este momento y que piense en sobrellevar el año con año de sus estudios, para luego llegar a la universidad y saber decir que quiere ser astronauta», expresó Luisa Salgado, madre del niño.

Al igual que la historia de Christopher y su deseo por convertirse a futuro en un astronauta, Frank Rubio sabe que él representa una inspiración para esa generación salvadoreña de soñadores, por eso desde su llegada al país el domingo anterior, el astronauta que es hijo de padre y madre de salvadoreños ha motivado a la niñez y a la juventud a luchar para alcanzar el éxito, a través de la formación académica y trabajo constante.
«Con el esfuerzo, con el trabajo y la dedicación se puede lograr cualquier cosa, claro que el talento es un poco importante, pero lo que yo creo que la actitud y comprometerse a algo es mucho más importante», expresó el astronauta durante su gira por la zona oriental del país.
Con este encuentro en San Miguel, finalizó la gira del astronauta Rubio en el oriente del país, la cual inició con una visita a la casa de su madre, Myrna Argueta, quien reside en Conchagua, La Unión; posteriormente se trasladó a la clínica del cantón El Jagüey, en el mismo municipio, un proyecto ejecutado por el Comando Sur del gobierno de los Estados Unidos.