Por primera vez, el museo Tin Marín realizó un enlace hasta el espacio. Un grupo de 50 niños de comunidades de La Paz y San Salvador tuvieron la oportunidad de conversar en vivo con el astronauta salvadoreño estadounidense Frank Rubio, quien se encuentra en la Estación Espacial Internacional (EEI).

Al conectarse, el astronauta dio un cálido saludo a los niños, jóvenes y voluntarios del museo, y agradeció la oportunidad de conversar con sus compatriotas. Por su parte, los niños hicieron diferentes preguntas a Rubio. Algunas fueron ¿cómo prepararse para ir al espacio? ¿cuáles son los experimentos que realiza? ¿cuál fue su principal sueño cuando fue niño? ¿cómo se siente viajar en una nave espacial?

El astronauta contestó a todas las interrogantes e incluso hizo demostraciones de su vida cotidiana en condiciones de gravedad cero, como tomar agua, comer o guardar sus utensilios. Sin embargo, el doctor reconoció que, aunque el viaje al espacio es una travesía única, es principalmente una experiencia de humildad, trabajo en equipo y confianza en sí mismo.

Rubio les comentó a los niños que si regresa con bien a la Tierra, organizará una visita a El Salvador. También motivó a los niños a que luchen por sus sueños. «La primera meta de viajar al espacio es ayudar a la humanidad, porque en el espacio podemos desarrollar experimentos que al llegar a la tierra pueden ayudar. Pero también queremos inspirarlos a ser una gran generación», indicó Rubio.

Los padres de familia asistentes agradecieron al museo por la gestión para establecer esta actividad, ya que los niños tuvieron acceso a una experiencia de aprendizaje. «Los niños están bien emocionados por platicar con el astronauta. Es algo que les hace creer en sus sueños y que pueden convertirse en grandes profesionales», señaló Felicita Ramos, de la comunidad Lomas de Mónico en Mejicanos.