Durante una audiencia de siete horas ante una comisión parlamentaria, Cummings, ex mano derecha de Johnson, arremetió el miércoles contra la gestión gubernamental del covid-19, que ha matado a casi 128.000 personas en el Reino Unido, el país con más muertes de Europa.
El controvertido exasesor criticó especialmente al titular de Sanidad, Matt Hancock, al que acusó de haber «mentido en numerosas ocasiones, reunión tras reunión», pero también «públicamente».
Calificó a Hancock de incompetente y afirmó que debería haber sido «despedido».
«Las acusaciones que se presentaron ayer» son «graves», «falsas» e «infundadas», se defendió el ministro el jueves en la Cámara de los Comunes. «Siempre he sido sincero con la gente en público y en privado», aseguró Hancock, asegurando que el gobierno adoptó «un enfoque abierto y transparente, explicando lo que sabemos y lo que no sabemos».
Controvertido cerebro de la victoriosa campaña del Brexit en 2016 y artífice de la aplastante victoria de Johnson en las legislativas de 2019, Cummings, de 49 años, también fue implacable en sus críticas al primer ministro, al que tildó de «incapaz».
Seis meses después de su destitución en un contexto de luchas internas en Downing Street, Cummings acusó al gobierno de no proteger a muchos ancianos al enviarlos a las residencias desde los hospitales sin someterlos a pruebas de covid-19, propagando así el virus.
Según su exasesor, Johnson ignoró los consejos de los científicos y tardó en apreciar la gravedad de la crisis sanitaria.
«Lo que ocurrió en las residencias fue trágico, pero hicimos todo lo que pudimos para proteger el servicio de salud pública, para minimizar la transmisión, con los conocimientos que teníamos», se defendió el primer ministro conservador el jueves.
«Al principio de la pandemia no sabíamos cómo se puede transmitir el virus de forma asintomática, y esa es una de las razones por las que tuvimos algunos de los problemas que vimos en las residencias de ancianos», dijo a los periodistas durante una visita oficial.
En opinión de Cummings se podrían haber evitado «decenas de miles» de muertes, una afirmación que ocupaba un día después la portada de varios periódicos.
También denunció que Hancock no había adquirido suficiente material de protección para hacer frente al virus ni había puesto en marcha un programa eficaz de pruebas de covid-19.
«Escuchar a Dominic Cummings confirmar ayer que el gobierno ha fracasado en la protección de los más vulnerables es realmente chocante», dijo el jueves a la BBC la diputada opositora laborista Angela Rayner.
Y pidió que se adelantara la investigación pública sobre la gestión de la pandemia por parte del gobierno, prevista para 2022