Desde su creación, en septiembre de 1966, la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) impuso sus intereses a los gobiernos de turno, con un rol más protagónico en las administraciones del partido ARENA (desde 1989 hasta 2009) y manteniendo su hegemonía con la llegada al poder del FMLN (desde 2009 hasta 2019).
En repetidas ocasiones, la gremial ha mostrado su descontento ante la dinámica de la administración Bukele, volcada totalmente al desarrollo, protección y resguardo de los salvadoreños, pero esta postura anti-país, también le ha costado el apoyo de sus propios agremiados.
Entre las voces empresariales que decidieron apartarse de la gremial, en septiembre de 2022, se encuentra el presidente de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco), Luis Dada, quien renunció a su cargo en el Comité Ejecutivo.
En un comunicado de prensa, emitido en esa ocasión, Dada señalaba que su renuncia era de carácter irrevocable y se daba en honor a la visión de la gremial de los constructores de «velar por los genuinos intereses del sector y ser el motor impulsor del desarrollo económico y social» por fuera de los temas políticos. En declaraciones compartidas a este medio de comunicación explicó que la separación era a título personal, pero Casalco seguía formando parte de ANEP.
La siguiente fue la presidenta de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), Silvia Cuéllar, quien en mayo pasado aseguró en una entrevista con «Diario El Salvador» que no forma parte del comité ejecutivo de la ANEP.
«No estoy formando parte del comité ejecutivo de ANEP», refirió la ejecutiva, al tiempo que se posicionó a favor continuar de la mano del Ejecutivo para impulsar al sector más exportador, en varias estrategias de las cuales es partícipe activa, como las acciones de facilitación del comercio, aceleración de negocios, entre otras.
«No puedes trabajar si no vas de la mano entre el sector privado y el sector público. Entonces, una de nuestras premisas es seguir dándole la mano al Gobierno para trabajar con ellos e indicar todos aquellos proyectos que el sector privado está requiriendo del sector gubernamental», precisó.
Y justo este mes, otra representante del sector empresarial anunció su retiro de ANEP. Se trata del presidente de la Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas (Camtex), José Escobar, quien se retira como miembro de la junta directiva de la entidad.
El ejecutivo detalló que se aleja de la ANEP para concentrar esfuerzos y dar prioridad a las gestiones a favor del fortalecimiento del sector.
«Debido al incremento de mis responsabilidades profesionales y al aumento de las actividades dentro de CAMTEX, tomé la decisión de retirarme de la Junta Directiva de ANEP», afirma.
El ministro de Trabajo, Rolando Castro, también ha cuestionado a la entidad por intentar apropiarse de la representación empresarial de El Salvador en foros internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
«ANEP se niega a aceptar la nueva realidad del país, quisieran volver y regresar a sus privilegios donde ellos daban órdenes a sus ministros, porque eran sus empleados. Lo poco que les queda, solo intentos de rasguños a nivel internacional son insignificantes e irrelevantes al igual que los de la esquina», expuso el titular en Twitter.
El debilitamiento de la gremial empresarial también se refleja en su mudanza de un área residencial de la Zona Rosa, a un local ubicado en un edificio de la Colonia Escalón.