La colonia IVU, situada al sur de San Salvador, durante años ha sido estigmatizada por considerarla una de las más peligrosas de la capital debido a la incidencia de las pandillas. Actualmente, 39 jóvenes de la comunidad se han dado a la tarea de cambiar esa idea y hacer de la IVU un espacio de oportunidades y de desarrollo para los que ahí habitan.
Para conseguir este fin, se creó un comité juvenil denominado La IVU de mis sueños, que tiene como objetivo primordial borrar esa estigmatización y convertir ese espacio en un lugar de paz y armonía, donde nadie se sienta amenazado por vivir o llegar ahí.
«El esfuerzo que están haciendo los jóvenes para llevar a cabo diferentes proyectos en la comunidad es de mucha ayuda para ellos mismos. Los habitantes quieren que su comunidad ya no sea conocida como una colonia que genera temor para sus habitantes y las personas que pasan por la zona; han empezado a crear una nueva historia», dijo el director de Reconstrucción del Tejido Social, Carlos Marroquín.
Hasta el momento, la comunidad cuenta con el apoyo del Gobierno y de la Dirección de Reconstrucción del Tejido Social, que han llevado a cabo varias actividades en beneficio de la población estudiantil. Se han habilitado también espacios para clases de aeróbicos, boxeo, baloncesto y fútbol, y los habitantes están trabajando en proyectos ecológicos que incluyen cultivos de alevines, con el cual pretenden generar ingresos para la comunidad; y de huertos caseros, donde cultivan pepinos, rábanos, tomates, lechugas, entre otras hortalizas. Durante la época de lluvia, los lugareños pueden almacenar el agua en estanques para reutilizarla, primero, en el cultivo de peces, y luego en el huerto casero.
Los pobladores esperan también que las autoridades los apoyen con las condiciones necesarias para consolidar más proyectos enfocados en apoyar a niños y jóvenes, pero también a las personas de la tercera edad.
«Deseamos que la IVU sea nombrada a escala nacional por algo positivo. Estamos luchando por alcanzar ese objetivo. Por años, la comunidad ha sido conocida como el triángulo de la muerte, nadie quería pasar por este sector», indicó Adriana Magaña, integrante del comité juvenil.
Para apoyar a todos los sectores de la comunidad, hay colaboradores que se han sumado al trabajo que se hace por medio del Centro de Bienestar y Oportunidades (CUBO), cuyas instalaciones contarán con un moderno centro de cómputo, una biblioteca con literatura nacional e internacional, un área de consulta y lectura, una ludoteca con atención a la primera infancia y un salón de usos múltiples, entre otros servicios que pronto estarán disponibles para la comunidad y las zonas aledañas.
«Trabajamos con los jóvenes que van saliendo de los centros penales, pero ellos se tienen que regir bajo cierta disciplina que nosotros ponemos. Contamos con ocho personas que desean reinsertarse y cumplir con los procesos de rehabilitación en la colonia», manifestó Cecilia López, directiva de la comunidad IVU.