A sus 22 años, Héctor Mena ha enfrentado las secuelas de un accidente de tránsito que, en palabras de su madre, Ivania de Guzmán, casi le cuesta la vida. De acuerdo con la progenitora, su vida cambió cuando en diciembre de 2023 un conductor ebrio colisionó con el vehículo en el que Héctor y su hermano viajaban, lo que le provocó lesiones cerebrales y musculares hasta el grado que los médicos consideraron que, si sobrevivía, quedaría cuadripléjico.
Sin embargo, en el proceso de recuperación ingresó a rehabilitación en el Instituto Salvadoreño de Rehabilitación Integral (ISRI) y ha visto una considerable mejoría.
«Todo ha sido muy bueno, me he sentido en confianza. Vine hace dos meses y recibo terapia de lenguaje, física, ocupacional, educativa, psicológica y otras. Estoy con ganas de avanzar. Estuve tres meses en el hospital; de esos, fueron 15 días en coma», relató Héctor a «Diario El Salvador».
Su madre aseveró que no ha sido fácil, pero las ganas de superarse de su hijo y las de ella para verlo nuevamente activo como antes los motivan a seguir adelante con las terapias que recibe en el ISRI.
«Fueron casi cuatro meses en el hospital, los médicos no nos daban esperanzas de vida. Aun así, él se aferraba a la vida y salió del coma y nos fuimos a la casa. Luego, se dio la oportunidad de que él estuviera interno aquí en el ISRI, él no hablaba, no se paraba y no se podía valer por sí mismo. Desde que vino el primer día vimos un avance, ahora ya camina. Agradecemos a la institución y al presidente Bukele porque hemos visto con hechos los avances de mi hijo», subrayó Ivania.
Antes del percance, Héctor estudiaba Licenciatura en Historia en la Universidad de El Salvador (UES), y aseguró que, al completar su proceso, espera retomar sus estudios.
«Me quiero recuperar, tal vez no sea al 100 %, pero con solo volver a caminar. Los primeros días no me podía levantar de la cama, ahora ya puedo dar pasos. Mi mamá, mi familia y el ISRI me han ayudado mucho, no tengo con qué pagarles. Ahorita no puedo hablar mucho y me acuerdo de muy pocas cosas, pero aquí en el ISRI me están dando terapia educativa. Quiero volver a recuperarme», enfatizó con una sonrisa que demostró sus deseos de continuar luchando por sus sueños.