Victoria y Rosalinda Sánchez tuvieron, después de más de dos años, la oportunidad de despedir a su padre con flores y música, en el cementerio La Bermeja, como a él le hubiese gustado, después de más de dos años que falleció.
Los familiares afirman que don Damian era músico y contagiaba a todos con su energía positiva. «Lo recordamos como una persona alegre, jovial, con mucha energía, buen padre, buen abuelo, buen amigo. Donde andaba mi papá era demasiado animado».
Don Damian seguirá por siempre en la memoria de sus hijas y nietas.