El ataque contra una escuela que albergaba a familias desplazadas en el estado de Benue ocurrió después de que hombres armados atacaran una aldea en el mismo estado a principios de esta semana y causaran la muerte de hasta 50 personas.
Los motivos de estas matanzas siguen sin estar claros, pero las autoridades locales acusan a pastores nómadas de la etnia fulani, que desde hace tiempo se oponen a los agricultores sedentarios de la provincia de Benue por el acceso a las tierras y a los recursos.
«Mi asesor de seguridad me confirmó que 37 personas fueron abatidas», dijo por teléfono a la AFP el gobernador del estado de Benue, Samuel Ortom.
El presidente de nigeria, Muhamadu Buhari, que dejará el poder en mayo después de dos mandatos, condenó el sábado la masacre y declaró que se están haciendo esfuerzos para poner fin a esta «violencia extrema».
El mandatario «condena el uso del terrorismo como herramienta en los conflictos intercomunitarios, e insta a que se encuentre a los atacantes y se los enjuicie», declara un comunicado presidencial.