Y si la vuelta de las semifinales del Águila-Alianza tuvo un «villano rescatado» (Juan Barahona), también tuvo un héroe: Carlos Salazar que anotó los dos goles del triunfo y que al final terminó llenando los teléfonos de selfies con la hinchada naranja y negro congregada en las gradas del sector de sol general del estadio Juan Francisco Barraza.
«Ha sido una gran tarde y estoy agradecido con Dios por permirme hacer estos goles, y espero que el equipo esté a la altura de lo que falta», dijo Salazar, quien admitió que tuvieron un partido sufrido, pero que esto es parte del éxito.
«Para ganar hay que sufrir, pienso yo. También para lograr el éxito hay que pasar distintos baches y hoy hemos demostrado que estamos para grandes cosas y esperamos estar a la altura de la final» expresó.
El artillero colombiano, con los dos tantos de este domingo, llegó a 18 goles, y aunque confesó que no esperaba anotar tantas dianas, dijo que está ansioso por que llegue la final para seguir aportando su granito de arena al equipo.
Salazar tampoco se conforma con lo alcanzado hasta el momento. «No me doy por servido, al contrario, tengo que ir por más», concluyó.