La final del torneo Apertura 2023 será oriental. Águila avanzó a la finalísima tras ganar 2-1 a Alianza (3-2 global), pero terminó pidiendo el tiempo y los hinchas en las gradas con el crucifijo en la mano implorando a Dios para que el juego acabara. Esta semifinal fue una final adelantada.
Apostado sobre la parcela norte del Juan Francisco Barraza y jugando 11 contra 11, Alianza, aunque un poco revolucionado (le sacaron tres amarillas en menos de 15 minutos ), le plantó un partido parejo a los anaranjados que, acuerpados por un público exigente, veían cómo cada falta acaba en cartulina favorable.
Así, el 4-5-1 de Milton «Tigana» Meléndez, antes del cuarto de hora, ya tenía a sus marcadores Óscar Rodríguez e Isaac Portillo, y al creativo Marvin Moterroza pintados de amarillo por el árbitro German Martínez. Curiosamente, a partir de ahí, los blancos que adelantaron líneas, tomaron la manija del partido y arrinconaron a los locales. Eso sí, con poca claridad frente al marco.
Águila, sin el balón, también ofreció muy poco en ataque, pero en el 43′ Santos Ortiz que tuvo una marca floja por derecha, ganó la línea de fondo y centralizó para Carlos Salazar que definió para el 1-0 y generó el aplauso a medias de su hinchada a la caída del telón del primer acto.
Al complemento, los emplumados volvieron bajo una lluvia de aplausos y acto seguido les hicieron sentir el calor y apoyo con una gigantesca bandera que se extendió en la localidad de sol general. En el césped, Lucas Ventura pudo retribuir la cortesía con el 2-0, en el 49′, pero remató desviado y dejó a la hichada con el grito de gol atorado en la garganta.
En ese lapso Alianza, ahogado en la media cancha parecía condenado al destino, pero Juan Barahona vio tarjeta roja después después de una entrada sobre Michel Mercado, al 60′, y Tigana Meléndez puso toda la carne en el asador: ingresó Fito Zelaya y Juan Carlos Portillo a buscar la paridad frente a un Águila que se agazapó y buscó robarle minutos al cronómetro.
Y el premio al dominio blanco llegó al 78′ cuando un centro de Juan Carlos Portillo lo firmó Ronald Rodríguez en propia puerta para decretar el 1-1 y silenciar al estadio.
Luego Alianza anotaría dos veces más, pero los goles fueron anulados por fuera de fuego. Al final, Salazar, de cabeza, los castigó con el 2-1 en el 88′, y le devolvió el corazón al nido naranja.