Los sueños, las fantasías, las emociones, la migración y el constante trajinar de la vida han cobrado forma en la obra de Esael Araujo Funes, un salvadoreño radicado en Alemania, y quien ahora expone en la Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes) en el Centro Histórico de San Salvador.
Son 40 piezas de variado formato con técnica mixta donde sobresale el uso de textiles creados en Panchimalco (San Salvador) y en San Sebastián (San Vicente).
Ha pintado con acrílico, óleo y añil «sobre cobijas, mantas de tortillas, paños y otros textiles artesanales […] en un homenaje a lo nuestro», destaca el ministerio de Cultura en un comunicado sobre la obra del compatriota.
En unos cuadros, más que otros, se muestran los tejidos de colores que caracterizan a los tejidos salvadoreños. Por ejemplo, en «Las tres Prudencias», trozos de tela redondeados se han colocado sobre las figuras femeninas dando la impresión de aureolas multicolores.
Mientras que el cuadro número 30 se ha formado con dos trozos de tela superpuestos. Obviamente, el que está encima se convirtió en el lienzo total del artista: «Horizontes para caminar erguidos de color», ha escrito Araujo Funes en la ficha que acompaña su creación.
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En otros cuadros, y según la inspiración del artista, los textiles se funden con la obra en sí y pasan a formar parte de los atuendos que portan las figuras humanas que ha pintado. Los usa como tocados para la cabeza, como chales sobre los hombros o para dar textura al fondo que rodea a un retrato.
«La obra del pintor Araujo Funes nos introduce, consciente o inconscientemente, en una poesía visual que la mente interpreta y descubre nuevos valores en relación con la comprensión del estar en la naturaleza. Dialoga sobre sus mundos oníricos cargados de símbolos occidentales e interculturales, cuestiona e interpreta la profunda complejidad de la realidad objetiva a través de escenas temáticas, de fantasía, ilusiones y sueños», ha escrito sobre la exposición Rolando Chicas, director del Centro Nacional de Artes (Cenar) y curador de la muestra.
«Nuestro espacio paralelo» es el nombre de la exposición, en el séptimo nivel de la Binaes, que se inauguró el pasado 19 de enero y que estará abierta al público durante los próximos dos meses.
«Araujo Funes siempre ha seguido un camino auténtico y propio. Por eso presenta en sus pinturas dependencias contextuales visuales de la naturaleza, animales, personas, viajes, desarraigo de pasión, de odio y amor, de vida y muerte, de paz y guerra, de la desolación entre el hombre y la mujer, de todos los espíritus, del destino», añade Chicas.
Capítulos de la vida
Esael ha vivido en Europa durante 24 años, los últimos 10 en Alemania. Comparte que, como otros pintores de la diáspora, se abrió paso en el mundo artístico con esfuerzo propio. Pinta profesionalmente desde 1981 y considera que su exposición en la Binaes es como presentarse oficialmente al país.
«Los artistas andamos haciendo cosas en otros países y lo hacemos por pura voluntad propia, sin recursos», comparte. En este contexto, dice haberse convertido en embajador cultural de El Salvador, sin habérselo propuesto.
Sobre su trabajo en exposición, indica que fue creada en dos momentos. La primera parte en Alemania y el resto en El Salvador, donde recurre a los tejidos tradicionales: «Nadie se ha atrevido a hacer algo tan loco porque son materiales muy nobles, muy simples, muy básicos, que están en la casa, y no consideramos que tienen una identidad; pero yo creo que sí, y pueden rescatarse para ser parte de una obra completa a nivel artístico».
Algunas obras de Araujo Funes están creadas con la combinación de cuadros más pequeños. Pueden ser dos, cuatro, 15 o hasta 18 piezas, que terminan siendo un todo. Detalla que se trata de «capítulos de la vida».
Una de estas, sin título, fue traída de Alemania y se distingue porque cada cuadro se ha enmarcado con metal y están unidos entre sí, siempre con piezas metálicas.
«Cada uno de esos cuadros representa un capítulo de mi vida y pueden ser capítulos de otras personas. Hay un capítulo que está completamente dorado, lámina de oro de 24 kilates, y representa la opulencia, el éxito, que en determinado momento marcó un momento de mucha suerte o estabilidad económica, pero también hay otro donde aparece la muerte. Entonces, cada uno de los cuadros representa un capítulo de la vida de un inmigrante […] La idea es rescatar los momentos más significativos de la vida de un migrante», dice.
Uno de los cuadros recrea la imagen de una vieja carta aérea, con bordes en azul, rojo y blanco, donde se notan claramente sellos postales. Araujo Funes explica que representa la necesidad de tener noticias sobre el país al que obligadamente se abandonó y representa el desarraigo que sufre la diáspora.
La muestra «Nuestro espacio paralelo», que puede ser visitada 24/7 en la Binaes, es también la oportunidad que tiene el connacional de reconectar con El Salvador.
«Hay una reconexión de todo tipo, emocional, climática, social, familiar, pero también quiero seguir exponiendo de El Salvador a nivel internacional, porque he construido un universo, he construido un ambiente profesional en Europa […] Espero que la sociedad y el Estado aproveche esto, y aprovechen lo que otros colegas han construido para posicionar a nuestro país como lo merecemos. Ahora es un orgullo que en Alemania sepan que eres salvadoreño y digan qué bueno lo que está pasando en El Salvador, y además digan qué buena es tu obra. Es doble satisfacción. Ya no es qué buena es tu obra, pero tu país dónde queda, de dónde vienes, en tu país hay una guerra, en tu país hay una crisis, hay delincuencia. Siempre había un mote desagradable al lado de mi obra, ahora es diferente».
EL DATO
En Instagram encuéntrelo como @araujofunesgalerie, en Facebook Bluo Gold Gallery / Araujo Funes Galerie y en Twitter @AraujofunesG. Su sitio web es https://araujofunesgalerie.wixsite.com/kunst