La primera historiografía sobre Anastasio Aquino se escribió 60 años después de su muerte. «¿Imagínese que yo haga su biografía, pero 60 años después de que usted falleció?», reflexiona el investigador y antropólogo Rafael Lara Martínez para señalar la falla sobre la figura de Aquino en la obra escrita por José Antonio Cevallos, en 1891.
El historiador conversó con «Diario El Salvador» desde Francia sobre la conferencia magistral y virtual que compartió la semana pasada, organizada por la Vicerrectoría Académica de la Universidad de El Salvador, denominada «Aquino según Cevallos. Historiografía política de la religión y de la revolución sinódica».

El doctor en lingüística por la Sorbona señala: «Hay un desfase de tiempo y también de contexto social, Cevallos escribe desde San Vicente. Luego establece una clara jerarquía social, le achaca a Aquino que pertenece a una raza inferior, antes no existía la diferencia entre raza y etnia», explica.
De modo que, como método de investigación de la biografía de Aquino, la de Cevallos en primera instancia flaquea.
«Cevallos no entiende la historia como una cronología, es decir, un desplazamiento en dirección de una flecha. Él hace un viaje de oriente a norte, al centro, al occidente y al sur, y de cada pueblo allí levanta el tiempo. El tiempo depende del espacio, lo más importante es el espacio, pero ¿cómo voy a hablar de alguien que vivió en otro lugar?, nunca visitó Santiago Nonualco (el origen de Aquino)», agrega.
La exégesis del profesor Lara Martínez al texto de Cevallos, «Recuerdos Salvadoreños», le ha permitido toparse con hallazgos que disienten sobre Aquino, así como contradicciones claras que surgen a partir de la necesidad del autor de mantener en una posición de inferioridad al líder nonualco.
Lara Martínez explica que identificar esas contradicciones es factible en la actualidad gracias a la información y al conocimiento sobre la cosmovisión indígena. Por ejemplo, Cevallos plantea que Aquino carece de inteligencia suficiente: «Rústico, proletario en las haciendas añileras, ya como zacatero, rozando jiquilite… ya como pilero».
Pero al mismo tiempo expone que encontró documentos escritos por él en un castellano literario, como el de él, utilizando el futuro, presente e imperfecto del subjuntivo, el doble imperfecto subjuntivo.
«Él [Cevallos] dice que es un zacatero, que no podía tener aptitudes intelectuales y luego nos presenta escritos sobre el rapto de Matilde en un castellano con una gramática elevada. Es como que alguien me va a llamar idiota, pero también mencionara mis logros intelectuales», contrapone el investigador.
REESCRIBIENDO LA HISTORIA
Aquino y su visión indígena son mostradas por el histórico autor como superstición, la rebaja a un nulo conocimiento de la ciencia. De hecho, para enfatizar en la falta de intelecto de Aquino, Cevallos indica, sin prueba alguna porque nunca fue al cementerio a medirlo, que la forma del cráneo del nonualco establecía sus facultades mentales por medio del sistema Gall, una rama de la pseudociencia que establecía que por medio de la forma y tamaño del cráneo se obtenía información.

«Cevallos le llama superstición y eso etimológicamente es “super stare”, es decir, lo que está de sobra, “yo no la necesito”. Pero en la visión indígena la luna, por ejemplo, en la lengua náhuat es menstruar, porque el ciclo femenino de allí viene, el lugar del vientre, de la luna, y la luna está ligada a las mareas, y esto a su vez ligado a la siembra y al modo de producción; pero la luna no es superstición, pero él así lo toma», agrega.
A partir de todo esto, el profesor Lara Martínez es franco en señalar las fallas historiográficas en las que se basan los primeros hallazgos de la vida de Anastasio, pero no logra establecer un nuevo perfil del líder nonualco por la falta de información. Lo que sí ha establecido a partir de este estudio es la visión indígena.
«No puedo llegar a decir quién era Aquino porque no tengo los datos, lo que llego es a reconstruir una visión indígena de Aquino. Lo que rescato es esa cosmovisión del mundo náhuat de la época, según Cevallos, pero que no lo veo como superstición», apunta.
En la conferencia, que más adelante espera convertir en un pequeño libro sobre sus descubrimientos, comenta sobre la otra posición en la que Aquino fue traído a la inmortalidad por Roque Dalton, pero ahora en una posición de redención, una especie de cristología.
«Retomo a Roque Dalton porque fue de los primeros con [Jorge] Arias Gómez que le dieron a Aquino un espacio en lugar de demonizarlo. Roque lo vuelve un mártir cristiano y sacrifica hostia y plegaria, y luego clasifica la segunda venida de Aquino, una especie de cristología de Roque Dalton», agregó.
La conferencia académica es parte del ciclo organizado por la Vicerrectoría Académica de la UES, para promover el pensamiento crítico.
«Desde la Vicerrectoría estamos impulsando el desarrollo de los diálogos académicos internacionales. Rafael Lara es uno de los invitados de lujo que tenemos, así como Raúl Zibechi, de Uruguay, intelectuales mexicanos y salvadoreños. Todo esto busca el desarrollo del pensamiento crítico, la ciencia y las humanidades. En el país se necesita superar la ideologización de la Guerra Fría. Este ciclo lo terminaremos con los planteamientos de Paco Ignacio Taibo II», comentó Raúl Azcúnaga, vicerrector académico.