El gobierno iraquí anunció el domingo la suspensión del servicio de mensajería Telegram en todo el país por motivos de «seguridad nacional», provocando críticas entre los grupos cercanos a las facciones pro-Irán.
El servicio quedó bloqueado efectivamente a mediodía del domingo. La aplicación seguía accesible para los usuarios conectados a través de una VPN.
El ministro de Comunicaciones justificó la decisión citando «directivas de las más altas instancias de seguridad nacional» y explicó que la suspensión era necesaria para «proteger los datos personales de los ciudadanos, que estaban siendo violados por la aplicación».
Según el gobierno, Telegram «no respondió» a sus repetidas demandas de solucionar el problema de «filtrado de datos de instituciones estatales e individuales, lo que supone una amenaza para la seguridad nacional y la paz social».
El servicio de mensajería es muy popular en Irak y es empleado sobre todo como plataforma de propaganda para grupos asociados a facciones armadas y partidos políticos pro-iraníes.
Uno de esos canales de difusión, que cuenta como más de 330.000 suscriptores, calificó la medida de «mordaza» y también acusó al gobierno iraquí, respaldado por partidos pro-iraníes, de «confiscar libertades».
Tras décadas de conflicto, Irak ha recuperado cierta estabilidad, pero las autoridades son regularmente criticadas por oenegés y activistas por socavar la libertad de expresión.
Telegram ha sido previamente suspendido en otros países, como Brasil en abril, por no facilitar información a las autoridades, en ese caso, sobre grupos neonazis activos en la plataforma. La suspensión fue levantada por orden judicial dos días después.