El candidato presidencial de ARENA, Joel Sánchez, buscó ayer durante una entrevista radial desligarse del partido tricolor que lo postula para competir en febrero de 2024, en su intento por recuperar el poder que usó para cometer actos de corrupción durante los 20 años que lo ejerció.
«Yo soy de la sociedad civil. No soy el candidato de un solo partido. Soy el candidato de la sociedad civil organizada», dijo Sánchez en reiteradas ocasiones al entrevistador de A Primera Vista, de la radio 106.9 FM, cada vez que le preguntó sobre su postulación por el partido ARENA.
Sánchez tampoco quiere cargar con el lastre de ARENA, que gobernó El Salvador con las administraciones de Alfredo Cristiani (1989-1994), Armando Calderón Sol (1994-1999), Francisco Flores (1999-2004) y Antonio Saca (2004-2009).
«No me preocupa la parte de desprestigio partidario. En mi persona hay honorabilidad, hay honradez. ARENA se ha renovado para recibir un candidato de la sociedad civil, [pues] no soy militante», sostuvo Sánchez ante la pregunta de cómo cargar con el desprestigio que tiene el partido tricolor.
Cristiani está prófugo de la justicia y en proceso de extinción de dominio de sus bienes; Flores murió en arresto domiciliario por malversar una millonaria ayuda que Taiwán donó a las víctimas de los terremotos de 2001; y Saca permanece en prisión tras ser condenado por actos de corrupción en su gobierno.
«No me preocuparía por ese desprestigio del pasado que básicamente es nada más una estrategia política para socavar la participación ciudadana», agregó el candidato arenero, quien tampoco negó haber respaldado a Saca cuando fue candidato presidencial del Movimiento Unidad en 2014.
Sánchez, por otra parte, está consciente de que el pasado del partido ARENA puede ser recordado en la jornada proselitista, por lo que les pidió a todos los sectores y las fuerzas políticas del país mantener una «campaña de altura, de respeto mutuo».