El narcotraficante Luis Alfonso Amaya y su esposa Zaida Lisseth Candel Osorio, pretendían quedar en libertad en una audiencia especial de revisión de medidas, pero El Tribunal Tercero del Crimen Organizado de San Salvador les denegó la petición y ordenó que sigan presos.
Ambos fueron detenidos el 22 de febrero de 2023 en residencial Bosques de Santa Elena Sur, Antiguo Cuscatlán, donde se les incautó siete kilos de cocaína y otras 10 porciones de diferente tamaño, con un precio de $197,449.90.
En la resolución emitida por el tribunal se determinó que no es viable otorgarles medidas alternas ya que existe peligro de fugo y no hay garantía que se sigan sometiendo el proceso penal.
Según la resolución los delitos imputados y los elementos de arraigo presentados por la defensa no aseguran la permanencia de los imputados en el país.
En las pesquisas que hizo la Fiscalía General de la República para girarles orden de captura encontró información de la vinculación que la pareja tiene con una estructura dedicada a la narcoactividad.
En la audiencia de imposición de medidas se les decreto la detención provisional por los delitos de tráfico ilícito y tenencia ilegal de arma de fuego.
Fiscales de la Unidad Especializada Delitos de Narcotráfico han perfilado a Luis Alfonso Amaya, como jefe de una estructura de narcotráfico que transporta droga desde Costa Rica y Panamá, y que tiene nexos con la Mara Salvatrucha.
En otra causa penal, Alfredo Amaya Pineda, hermano de Alfonso Amaya, fue detenido el 5 de octubre del año 2022 en la colonia Santa Clara de Cojutepeque, después de encontrársele también enterrados en su casa de habitación 39 de kilos de cocaína.