El 18 de marzo de 2020, el presidente Nayib Bukele confirmó el primer caso de la COVID-19 en El Salvador; desde entonces una de las apuestas principales ha sido minimizar el impacto económico de la pandemia para las familias salvadoreñas.
Por más de un año, el Ejecutivo se enfrentó a la férrea —y estorbosa— oposición en la Asamblea Legislativa, con ARENA y el FMLN, con negativas ante casi todas las propuestas que se enviaban para contrarrestar los embates de la enfermedad.
Fue hasta el 1.º de mayo de 2021, con el giro de timón que dio la población salvadoreña en las urnas, que ambos órganos estatales comenzaron a trabajar en conjunto. Una de las primeras disposiciones avaladas por la Asamblea Legislativa precisamente fue la aprobación de la Ley Bitcóin, que otorgó legalidad a la criptomoneda, y que permitió dinamizar el flujo de dinero en El Salvador, al eliminar intermediarios como los bancos y agentes financieros.

Con la nueva moneda de curso legal, El Salvador comenzó a captar las divisas provenientes de turistas extranjeros que fueron motivados por la posibilidad de invertir con la criptomoneda en negocios dentro del territorio, y recibir los incentivos que el presidente Nayib Bukele impulsó.
Otras normativas que emitió la Asamblea beneficiaron a los artistas; la primera de estas exoneró el pago del impuesto sobre la renta (ISR) a los servicios y productos que ofrezcan por cinco años, las personas naturales estarán exentas si la obra o servicio se encuentra entre $0.01 y $15,000, y las personas jurídicas podrán exonerarse hasta un total de $25,000.
La segunda medida estuvo dirigida a entregar subsidios a los artistas que por el cierre preventivo de los espacios públicos y privados no obtuvieron ingresos económicos; la medida también benefició a los pescadores.
Los diputados de la Asamblea Legislativa también garantizaron la asignación de subsidios por el gas licuado del petróleo, la energía eléctrica y el pasaje en el transporte colectivo.
Estos subsidios representan tres de los gastos principales para las economías de más de 1.5 millones de hogares salvadoreños, según mencionaron en su momento los titulares del Gabinete de Economía.
En la última sesión plenaria de 2021, el Poder Legislativo aprobó la compensación económica para los empresarios de buses y microbuses, que permite estabilizar y mantener invariable los precios en las tarifas del transporte público.
Todas las medidas han generado excelentes resultados, según los indicadores económicos del Banco Central de Reserva (BCR), que han sido respaldados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), y han provocado un crecimiento económico proyectado para este año de 10.3 %.
El presidente del BCR, Douglas Rodríguez, detalló que la economía salvadoreña se posiciona como la quinta de mayor crecimiento a escala latinoamericana, con muy buen ritmo y con niveles aceptables.
El Gabinete de Economía se ha mostrado optimista, y espera que el ritmo de la economía salvadoreña se mantenga en 2022, principalmente porque el mayor impacto de la pandemia fue superado con éxito, y se ha entrado en una especie de control de la enfermedad, que permite apostar a proyectos de inversión que fortalezcan y dinamicen las finanzas del país.