En Semana Santa, 96,331 nacionales y extranjeros visitaron la Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes), donde niños, jóvenes y adultos disfrutaron
de espacios educativos y de entretenimiento.
En vacaciones, las instalaciones de la biblioteca estuvieron abiertas las 24 horas y todos los días, lo que facilitó que la población acudiera en diferentes horarios. Además, contó con actividades culturales, presentaciones artísticas, musicales y de lectura para todos los asistentes que querían conocer el nuevo edificio dedicado al conocimiento. La Binaes ofrece visitas guiadas para una mejor experiencia.
Para los niños, la aventura de los cuentos infantiles cobró vida con la pijamada bajo las estrellas que se desarrolló en el nivel II de la biblioteca para la primera infancia, con la proyección de historias de la colección Árbol de Vida, impulsada por el despacho de la primera dama Gabriela de Bukele.
«Una noche de risas, emociones y mucha diversión que dejó huellas imborrables en el corazón de nuestros pequeñines. En la Binaes estuvo increíble, nos visitaron 96,331 personas», indicó la Binaes. Asimismo, los niños se divirtieron y aprendieron con la actividad «Búsqueda de los huevos de Pascua».
Los visitantes también revivieron el encanto de las alfombras en Semana Santa, por lo que las familias se unieron para crear coloridas obras de arte en las instalaciones utilizando elementos naturales. «Vivieron la experiencia de la tradición y la colaboración en la creación de alfombras que llenan de color y alegría», informó la biblioteca en la red social X.
En el nivel III, la Binaes colocó una estación de cuentos playeros como «¿Qué es el mar?», «Dos raros de vacaciones», «Pipa y Otto en el arrecife», entre otros. Con estos libros, niños y jóvenes se transportaron a la playa desde la experiencia Binaes. Además, hicieron un conversatorio sobre la gastronomía salvadoreña y sus tradiciones en Semana Santa. El invitado fue Salvador Guzmán, del sitio Historiadores SV.
De acuerdo con Guzmán, durante la Semana Santa es imprescindible comer los antojitos salvadoreños, por lo que el conversatorio destaca la historia de dónde proviene este tipo de alimentos, como las torrejas, los mangos y jocotes en miel.