Hoy celebramos el Día del Cooperante, y aprovechamos esta oportunidad no solo para reconocer y visibilizar las alianzas y la contribución de nuestros socios, sino también para reflexionar sobre cómo una gestión efectiva y coordinada de la cooperación internacional puede convertirla en una herramienta de gran impacto para el desarrollo nacional y de beneficio para la población.
Desde su creación hace cuatro años, la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO) ha orientado la cooperación financiera no reembolsable y la técnica para responder a las prioridades definidas por el presidente de la república, Nayib Bukele, centradas en el bienestar social, la reactivación económica y la seguridad y gobierno efectivo. La ESCO trabaja de manera articulada con los socios para el desarrollo y las instituciones vinculadas a cada sector para asegurar que cada proyecto y colaboración se alinee con estos objetivos, y así reforzar y asegurar la sostenibilidad de los planes nacionales.
En el ámbito del bienestar social, la ESCO ha trabajado estrechamente con socios e instituciones para implementar proyectos que mejoren los servicios de salud y la inclusión social de las poblaciones vulnerables. Un enfoque clave ha sido fortalecer la infraestructura sanitaria, con el fin de asegurar que los servicios sean accesibles y de calidad. Además, mediante cooperación técnica, profesionales salvadoreños han podido acceder a formación especializada y asesoramiento técnico en áreas como seguridad alimentaria, agricultura, agua y medioambiente.
Otra prioridad ha sido el empoderamiento de mujeres y jóvenes, especialmente en comunidades vulnerables, a quienes se ha brindado acceso a servicios digitales y formativos. Cabe resaltar que la ESCO se encarga de difundir los programas de becas ofrecidos por socios internacionales a través del Sistema Integrado de Información de la Cooperación Internacional (Siici), con lo que facilita el acceso a la educación superior y especializaciones. (Para obtener información de becas, visitar https://esco.gob.sv/ becas).
En cuanto a la primera infancia, el apoyo brindado ha mejorado la atención a madres y recién nacidos, lo que ha posicionado a El Salvador como referente regional sobre este tema en la cooperación sur-sur. Además, ante diversas emergencias, ESCO ha coordinado respuestas eficientes a través del Equipo Humanitario de País, con lo que ha garantizado respuesta adecuada y oportuna a las necesidades de la población afectada.
El resurgimiento del voluntariado en El Salvador, impulsado por mejoras en la seguridad gracias al Plan Control Territorial, ha permitido la reapertura de programas en áreas como educación, desarrollo juvenil y deportes.
En términos de seguridad y gobierno efectivo, la cooperación ha permitido implementar acciones en la gestión del riesgo de desastres y la prevención de la violencia. Se han reforzado los sistemas de monitoreo y respuesta ante amenazas naturales, y El Salvador se ha convertido en un líder en la región en temas de seguridad, especialmente en prevención. Esta reputación también ha generado demandas de cooperación sur-sur con países interesados en aprender de la experiencia salvadoreña.
En lo que concierne a fortalecimiento institucional, con la modernización del gobierno electrónico se está contribuyendo a una administración pública más eficiente y a un mejor acceso a los servicios. El programa de Pasantías Internacionales, que ha involucrado a más de 60 estudiantes de 14 países en proyectos gubernamentales, ha enriquecido la formación de los pasantes y fortalecido las capacidades institucionales, al aportar nuevas perspectivas y conocimientos globales.
Con respecto a la reactivación económica, se han impulsado iniciativas para fortalecer la capacidad técnica y digital de mujeres y jóvenes en áreas de extrema pobreza. Estas iniciativas han permitido a los participantes involucrarse de forma activa en prácticas agrícolas sostenibles y en la aplicación de tecnologías que favorecen la agricultura climáticamente inteligente. Se han implementado sistemas de alerta temprana para brindar información clave sobre el clima y los mercados, y se ha ofrecido formación en gestión empresarial y financiera. Además, se han promovido prácticas agrícolas respetuosas con el medioambiente para apoyar la adaptación al cambio climático y asegurar la soberanía alimentaria.
Se ha potenciado la transformación digital de micro, pequeñas y medianas empresas para mejorar su competitividad global. Esto incluye el fortalecimiento de la capacidad digital de emprendimientos, en especial los liderados por mujeres y el apoyo a empresas en el sector turístico. Además, se ha trabajado en capacitar a mujeres en áreas científicas y tecnológicas para fomentar la creación de empresas innovadoras y sostenibles.
Todos estos esfuerzos integrales de nuestros socios trabajando en conjunto con las instituciones del Gobierno de El Salvador, y con el acompañamiento de la ESCO, están orientados a construir una sociedad más equitativa, saludable y con oportunidades para todos.
Cabe mencionar también cómo la cooperación sur-sur sigue consolidándose como un pilar fundamental para alcanzar las grandes apuestas de El Salvador. Este tipo de intercambio permite compartir conocimientos y buenas prácticas entre países del sur. Al integrar estas experiencias y enfoques el país puede optimizar sus mecanismos internos y avanzar de manera más eficiente hacia el cumplimiento de sus objetivos de desarrollo. ESCO ha desempeñado un papel significativo en este ámbito promoviendo el intercambio de buenas prácticas y participando en diversos espacios estratégicos, a nivel regional y global, que han facilitado nuevas relaciones y fortalecido las existentes.
En conclusión, la coordinación entre socios e instituciones y la alineación de la cooperación internacional con las prioridades gubernamentales son esenciales para lograr el desarrollo integral y sostenible del país.
Cada esfuerzo en cooperación contribuye a fortalecer una red de apoyo que impulsa el progreso y el bienestar general, lo que demuestra que todo es parte de un entramado orientado al desarrollo y la prosperidad compartida. Invitamos a todos los socios e instituciones a seguir trabajando de manera articulada, intensificando la colaboración para alcanzar las apuestas de país. Solo con un esfuerzo conjunto podemos asegurar que la cooperación internacional continúe siendo una fuerza transformadora que beneficie a la población y promueva un desarrollo sostenible y equitativo para todos.