Como bien lo dijo el poeta y amante del ajedrez el español Eduardo Scala: «El ajedrez es un juego de habilidad, de destreza y de inteligencia, y se gana entendiendo y no odiando al adversario. No diciendo que es un enemigo al que hay que destruir. Es un juego de conocimiento».
Y es que este interesante juego es una de las manifestaciones culturales más complejas y a la vez más antiguas de la humanidad. Se desconoce realmente su origen, pero todos coinciden en que es un juego mítico y remoto, que nació en Oriente y que tiene más de 15 siglos de existir.
El ajedrez ha contribuido a unir países y personas alrededor del mundo, además de conjugar aspectos propios del deporte, el arte y el pensamiento crítico y científico.
Desde sus inicios, se ha relacionado con el arte de la guerra y las virtudes militares, ya que en sus jugadas se encuentran implícitas estrategias y tácticas de guerra. Mientras que las piezas del tablero, tanto en los ajedreces antiguos como modernos, representan ejércitos conformados por reyes, caballería y peones, entre otros.
En el Salvador, la historia del ajedrez es bastante reciente comparada con su existencia en el mundo.
Según el libro «Nuestro ajedrez», escrito por Salvador Infante quien es cuatro veces campeón nacional de esta disciplina, las curiosas y siempre bien admiradas competencias de ajedrez podrían haber tenido lugar desde 1937 con la creación del ya desaparecido Club Salvadoreño de Ajedrez.
Sin embargo, para esa época los torneos y las prácticas no se desarrollaban de manera oficial, sino hasta la creación de la Federación Salvadoreña de Ajedrez (FSA) en 1946.
Desde entonces, el ajedrez fue cobrando gran relevancia, lo que permitió que ese mismo año se llevara a cabo un torneo de categorías que sirvió para determinar un ranking entre los jugadores más destacados del país.
Simultáneamente, también se escogió al primer campeón nacional de El Salvador, puesto al que se hizo acreedor Antonio Salazar.
En los años sesenta, el país hizo historia en diferentes competiciones regionales de Centroamérica y el Caribe. Mientras que, en los setenta, ganó el primer lugar en una contraolimpiada en Libia.
Estos hechos fueron únicamente el inicio de una racha de buenos sabores de boca que desencadenaron en 1994 un considerable medallero olímpico, que ayudarían al país a ganar los V Juegos Deportivos Centroamericanos.
A la fecha, El Salvador ha celebrado 53 campeonatos nacionales de ajedrez, donde 20 connacionales se han coronado campeones.
Generaciones de oro en la historia
Hablar de la historia del ajedrez en El Salvador no es posible sin recordar algunos personajes o grupos que marcaron momentos importantes tanto nacionales como internacionales.
El Club Rean
1946-1963
En el libro «Nuestro ajedrez» se describe como la primera generación existente en el país. Fue la responsable de formar el Club Salvadoreño de Ajedrez y posteriormente la federación. Del club Rean surgieron todos los primeros campeones nacionales como Antonio Salazar, Antonio González, Juan Serrano, Benjamín Oliva, Donato Pineda y Helios Quintanilla. Dominaron el ajedrez nacional durante 17 años.
La generación de los CACAC
1964-1975
Su surgimiento coincide con la formación de la Confederación de Ajedrez de Centroamérica y el Caribe. Este grupo, liderado por el experimentado Helios Quintanilla (exmiembro del club Rean), significó una ampliación del panorama de fogueo, ya que las competencias habituales eran con países de gran nivel. También, marcó una pauta para dar cabida a la literatura ajedrecista, un juego más estudiado.
La generación Libia
1976 – 2000
Llamada así porque los campeones nacionales y miembros de la selección nacional ganaron la contraolimpiada de Libia, celebrada en Trípoli en 1976. Esta generación de jugadores comenzó con Antonio Grimaldi, quien lideró el ajedrez desde 1973 hasta 2000. Sus jugadores fueron los responsables de otorgar a El Salvador el máximo galardón de nuestra historia del ajedrez
Generación informática
2001-2021
El triunfo como campeón nacional del maestro Héctor Leyva dio paso a una nueva generación de campeones nacionales. Esta vez, los jugadores contaban con otro tipo de metodologías que iban de la mano con la aparición de las computadoras e internet, que daban la posibilidad de ampliar aún más las técnicas de juego. De esta generación, varios jugadores lograron títulos de maestros internacionales.
Un torneo para todos
Aunque en el país el ajedrez es jugado por miles de salvadoreños, el confinamiento forzó a muchos a dejar sus tableros y oponentes de lado para dar paso al estudio de técnicas y de juegos individuales o con rivales, pero en línea.
Sin embargo, para el experimentado maestro internacional Carlos Burgos es importante restablecer nuevamente la forma presencial; por lo que junto con Kalvin Sura, entrenador y exseleccionado nacional de ajedrez, llevarán a cabo un torneo al aire libre en modalidad blitz, bajo un sistema suizo a siete rondas, con tiempo de cinco minutos.
El torneo será en el hotel y restaurante Silver Lake, en el lago de Coatepeque, el 1.º de mayo a partir de las 10 de la mañana. En la competencia se premiarán los cinco primeros lugares y estará abierto al público. Para mayor información puede escribir al WhatsApp 7987-8379.