La factura petrolera de El Salvador alcanzó los $2,187 millones entre enero y septiembre de este año, un alza del 70 % con respecto al año previo, cuando se registraron compras por $1,285 millones, informó el Banco Central de Reserva (BCR).
El titular del banco estatal, Douglas Rodríguez, indicó que esta operación de compra obedece a la adquisición de gasolinas, diésel, gas propano y sus derivados.
«Al no ser un país productor de petróleo, tenemos que importar el 100 % del petróleo y los derivados que se consumen», dijo el funcionario, y señaló que el número al alza en la adquisición de este producto responde al aumento internacional que ha caracterizado a 2022, pero también habla de un importante crecimiento de la economía.
«Sería una mala señal si viéramos una reducción en la importación del petróleo», consideró Rodríguez, y explicó que la mayoría de las actividades utiliza el petróleo y sus derivados para desarrollar sus actividades con normalidad.
Resaltó que, gracias a las medidas implementadas por el Gobierno del presidente Nayib Bukele, se ha logrado controlar la inflación en el país y «evitar que los costos asociados al petróleo y sus derivados sean trasladados a las familias y las empresas».
En este sentido, consideró que la fijación de precios de las gasolinas y el diésel, que se mantendrá por decreto legislativo hasta el próximo 31 de diciembre, es una de las principales razones para que el país se sitúe como el menos afectado de la región centroamericana, con una tasa del 7.5 %, cuando el promedio del istmo es del 9.7 % y en Latinoamérica alcanza el 19 %.
Gracias a esta medida, el galón de la gasolina superior se comercializa a $4.31 en el centro y occidente del país, y a $4.32 en oriente, el de la regular a $4.15 y el de diésel tiene un costo de $4.14.