El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 17, «alianzas para lograr los objetivos», enfatiza la necesidad de usar enfoques colaborativos para alcanzar un desarrollo sostenible en todos los ámbitos. En el contexto del espacio público este ODS es esencial para asegurar que los beneficios lleguen a las comunidades de manera efectiva. El espacio público, que abarca parques, plazas, calles y otras áreas compartidas, es vital para la cohesión social, la salud pública y el desarrollo urbano sostenible. Sin embargo, la gestión y el mantenimiento de estos espacios enfrentan desafíos significativos que requieren un enfoque colaborativo y multilateral.
Las alianzas entre gobiernos locales, organizaciones no gubernamentales, sector privado, la academia y la comunidad son fundamentales para abordar los problemas complejos que afectan a los espacios públicos. Estas colaboraciones pueden proporcionar recursos adicionales, conocimiento, fomentar la participación ciudadana y asegurar que las intervenciones sean inclusivas, efectivas y sostenibles.
Para comenzar, las alianzas pueden movilizar recursos financieros que de otro modo serían inaccesibles. La inversión en espacios públicos a menudo compite con otras prioridades urgentes y la colaboración con el sector privado y organizaciones internacionales puede ofrecer soluciones innovadoras y financiación necesaria. Por ejemplo, las asociaciones público-privadas pueden facilitar la construcción y el mantenimiento de parques y plazas, mientras que los fondos de cooperación internacional pueden apoyar la dinamización de estos espacios, que en muchos casos han pasado olvidados por años.
En segundo lugar, la colaboración con organizaciones no gubernamentales y comunitarias puede asegurar que las necesidades y los deseos de los residentes se integren en el diseño y la gestión de los espacios públicos. Estas organizaciones pueden actuar como facilitadoras entre la comunidad, el diseño y la apropiación. La participación comunitaria en la toma de decisiones no solo mejora la pertinencia de los proyectos, sino que también fomenta un sentido de propiedad y cuidado entre los residentes, lo que es crucial para la sostenibilidad de estos espacios.
Además, las alianzas promueven la innovación y el intercambio de conocimientos. En ese sentido, las universidades pueden proporcionar importantes insumos a través de investigaciones. Asimismo, pueden incorporar servicios por medio de sus jóvenes profesionales. Las ciudades de todo el mundo enfrentan problemas similares relacionados con la urbanización y el uso del espacio público, y las plataformas de colaboración permiten compartir experiencias y soluciones exitosas. Iniciativas como la Organización Mundial de Parques (WUP) y la Asociación Nacional de Parques y Recreación de México (ANPR) son ejemplos de cómo la unión de esfuerzos y experiencias permite el intercambio de aprendizajes y aplicar las mejores prácticas adaptadas a sus contextos específicos.
Finalmente, la colaboración en la gestión del espacio público puede fomentar un enfoque integral y sostenible. Las intervenciones aisladas a menudo tienen un impacto limitado, mientras que un enfoque coordinado que considere la conectividad, la accesibilidad y la multifuncionalidad de los espacios públicos puede generar beneficios significativos. Las alianzas pueden asegurar que estos aspectos se aborden de manera coherente, mejorando la calidad de vida urbana y contribuyendo a los objetivos de desarrollo sostenible.