Compradores y vendedores desarrollan su actividad comercial bajo un clima de total seguridad en la principal central de abastos de la capital, situada en Soyapango, donde no existe el asedio de las pandillas gracias al plan de seguridad implementado por el gobierno del presidente Nayib Bukele.
«Diario El Salvador» efectuó un recorrido por esta central de abastos donde los comerciantes venden, desde horas de la madrugada, frutas y verduras a bajo costo y sin la preocupación de ser extorsionados por mareros, tal como sucedió durante años cuando gobiernos anteriores facilitaron el pacto entre las pandillas para favorecer sus intereses.
«Le doy un 10 al señor presidente porque él ha sido el único que ha detenido la delincuencia, los gobiernos pasados hacían alianza con las pandillas, pero con el presidente Nayib Bukele hemos sentido un gran descanso y no pagamos nada de extorsión», comentó Luis Ayala, un comerciante de mariscos que ha sabido aprovechar el clima de seguridad para vender su producto.
Este distribuidor comentó que estas condiciones le favorecen para obtener mejores ganancias y, a la vez, para beneficiar a la población en su economía.
Mercedes Valle, una distribuidora de frutas y verduras, expresó que las condiciones actuales también les permite contratar mano de obra para cargar y descargar productos y la atención de los usuarios.
«Se han generado fuentes de empleo, nos da la oportunidad de poder emplear a las personas para que tengan entraditas (ingresos) y nosotros obtenemos más ganancias porque trabajamos directamente con los agricultores», comentó.
Esta dinámica permite obtener una respuesta favorable por parte de la población que es atraída por la variedad de productos, precios accesibles, pero principalmente, la confianza de que la Policía y la Fuerza Armada priorizan el bienestar de los ciudadanos. «Todo está caminando bien», aseguró la comerciante.
Para el chalateco, Jesús Portillo, un productor de repollos de La Palma, el éxito de la actividad comercial que se genera en estos puntos de venta se debe al apoyo brindado por el gobierno central.
«El apoyo que nos ha dado el gobierno ha sido un éxito; estamos vendiendo a un precio cómodo y el consumidor se va contento», comenta.
Asegura que si no hubiese garantías de seguridad los productores ni los consumidores se acercarían a la central de abastos ni a los agromercados. La central abre a las 2 de la madrugada y cierra a las 10 pm.
«No estuviéramos aquí porque le huimos a eso (inseguridad). Estamos tranquilos, ni siquiera se miran personas con esas intenciones (extorsionar); además, ahí está la Policía, nos sentimos mejor que en casa», expuso.
El presidente Bukele priorizó las acciones de seguridad en aquellos distritos (antes municipios) más golpeados por la delincuencia de las pandillas, siendo uno de estos Soyapango, que es una de las ciudades más pobladas del país con más de 200,000 habitantes.
SEGURO Y BARATO EN EL AGROMERCADO DE SAN MARCOS
Además del clima de seguridad, los agromercados han sido de mucho beneficio para la economía familiar y de éxito para los distribuidores que los abastecen.
En San Marcos, por ejemplo, el promedio diario de ciudadanos que lo visitan es de alrededor de 500 personas, cifra que durante los fines de semana se duplica. Pero ¿qué está llamando la atención de los ciudadanos?
«La atención es rápida. La seguridad está super bien, todo es bien seguro», comentó Maribel León, una lugareña.
Mientras que, Berta Magaña, dijo que se abastece en este lugar porque le llamó la atención que «todo está bien ordenado, más barato y seguro». Para Silvia Nolasco, lo importante es la tranquilidad y porque «todo se haya más barato; la seguridad está muy bien» gracias a que hay presencia policial y militar que vigilan la zona.