La entrega de 1.3 millones de computadoras al 100 % de estudiantes del sector público posiciona a El Salvador entre los países que le apuestan a la tecnología e innovación para impulsar el desarrollo económico.
Cada estudiante recibirá una computadora con acceso gratis a internet, Windows 10, Microsoft Office, acceso directo a Google Classroom, explicó el presidente Nayib Bukele, cuando hizo el anuncio oficial del beneficio, el pasado fin de semana.
La meta es llegar a cada rincón de El Salvador y así desaparecer al 100% la brecha digital, que por años ha impactado tanto en el aprendizaje nuestros niños y jóvenes.
«Será una entrega de computadoras universales. Hemos elevado la inversión en educación al 5% del PIB y nuestros jóvenes van a pasar a la vanguardia, donde todos los niños y jóvenes del sistema educativo público tendrán una computadora con Internet», afirmó Nayib.
Este tipo de iniciativas, son las que según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Untad), permitirán a los países avanzar hacia la recuperación de los efectos negativos de la COVID-19 en las economías del mundo.
Los gobiernos y la comunidad internacional que utilicen tecnologías nuevas y emergentes para reducir las desigualdades que la pandemia puso de relieve con mayor claridad, serán los que se recuperarán más rápido de los efectos de la pandemia, asegura un Informe sobre Tecnologías e Innovación, publicado este 25 de febrero pasado por la Untad.
Las tecnologías de frontera son aquellas que aprovechan la digitalización y la conectividad, incluyen inteligencia artificial (IA), Internet de las cosas, big data, blockchain, 5G, impresión 3D, robótica, drones, edición de genes, nanotecnología y energía solar fotovoltaica.
Estas tecnologías en rápido desarrollo representan un mercado de $350,000 millones, que para el 2025 podría crecer a más de 3.2 billones, según el informe titulado «Atrapando olas tecnológicas: innovación con equidad».
«Es clave que los países en desarrollo no se pierdan la ola de tecnologías de vanguardia, de lo contrario profundizará aún más las desigualdades. Por lo tanto, las sociedades y los sectores productivos deben estar bien preparados y desarrollar las habilidades necesarias», dijo Isabelle Durant, Secretaria General interina de la entidad.
La funcionaria considera que las tecnologías de vanguardia ya han traído enormes beneficios, pero los rápidos avances pueden tener serios inconvenientes si superan la capacidad de adaptación de las sociedades.
Nuevas tecnologías, nuevas desigualdades
Según el informe, cada ola de cambio tecnológico ha traído la desigualdad en nuevas formas. Las grandes divisiones que existen entre países hoy en día comenzaron con el inicio de la primera revolución industrial hace más de 250 años. Desde entonces, cada racha de progreso ha traído consigo una mayor desigualdad entre países.
Los resultados de una generación han afectado las oportunidades de la siguiente, lo que ha dado lugar a una transmisión intergeneracional de desigualdades. Entre1820 y 2002, la contribución de la desigualdad entre países aumentó del 28 % al 85 %.
Hoy en día, las principales preocupaciones están relacionadas con los riesgos de que la automatización tome puestos de trabajo a gran escala, la economía de los ʿgig’ y la reducción de los derechos laborales.
Otros son las desigualdades creadas por la concentración del mercado y las ganancias, el aumento de la desigualdad impulsado por la IA y la ampliación de las brechas tecnológicas.
Pero la forma en que la nueva ola tecnológica afectará las desigualdades en y entre los países dependerá de las políticas nacionales, afirma el informe, ya que los países mejor preparados para utilizar, adoptar y adaptar equitativamente estas tecnologías se encuentran principalmente en América del Norte y Europa, mientras que los menos preparados están en África subsahariana y otras regiones en desarrollo.
Shamika N. Sirimanne, directora de la división de tecnología y logística de la Untad, sostiene que economías y sociedades enteras están siendo remodeladas por rápidos cambios tecnológicos, y «aunque todavía no sabemos cómo será el panorama final, es seguro decir que los cambios serán de mayor alcance de lo que imaginamos».
La Untad advierte de las graves consecuencias para los países en desarrollo si las comunidades y los países pobres se ven abrumados o simplemente abandonados por esta nueva ola tecnológica. «El progreso tecnológico es fundamental para el desarrollo sostenible, pero también puede perpetuar las desigualdades o crear nuevas. Por tanto, la tarea de los gobiernos es maximizar los beneficios potenciales, al tiempo que se mitigan los resultados perjudiciales», afirma el informe.
¿Qué deben hacer para avanzar al ritmo tecnológico?
Apostarle al acceso universal a Internet.
Garantizar que todos sus ciudadanos tengan la oportunidad de aprender las habilidades necesarias para las tecnologías de vanguardia.
Adoptar tecnologías de vanguardia mientras continúan diversificando sus bases de producción mediante el dominio de las tecnologías existentes.
Les insta a fortalecer los sistemas de protección social para proporcionar redes de seguridad a los trabajadores que pueden perder sus medios de vida.
«Los países en desarrollo, particularmente los menos desarrollados, no pueden permitirse el lujo de perderse esta nueva ola de rápidos cambios tecnológicos».
Shamika N. Sirimanne, directora de tecnología y logística de la Untad.