Si en algo están de acuerdo los analistas económicos especializados en criptomonedas es en que El Salvador hizo historia al adoptar al bitcóin como moneda de curso legal, pues con ello afianza su independencia financiera al no atarse a una moneda controlada por un poder extranjero.
El bitcóin da independencia financiera a los ciudadanos que son los poseedores de este activo, el cual ha demostrado ser de alto rendimiento, con un sostenido crecimiento a lo largo de los años que lleva funcionando.
«Las riquezas de los salvadoreños no pueden ser confiscadas, se pueden hacer transacciones internacionales sin que nadie se interponga en el camino. Además, el papel perderá su poder de compra. El bitcóin tiene una garantía matemática de que siempre va a incrementar su poder de compra», afirmó en su ponencia en LABITCONF Max Keiser, uno de los mayores expositores de las criptomonedas a escala mundial y presentador de «Keiser Report».
Para El Salvador, tener el bitcóin aumenta sus posibilidades de manejarse de una manera más equilibrada con otras naciones; en otras palabras, de igualar el terreno de competencia. La ministra de Economía, María Luisa Hayem, aseguró que el objetivo del presidente Nayib Bukele con la adopción de la criptomoneda es buscar la inclusión financiera y transformar el país en una economía digital.
Keiser, que además de su programa de análisis tiene un canal en YouTube, asegura que los beneficios han llegado con más fuerza a El Zonte, una comunidad en las playas de La Libertad que adoptó el bitcóin, cuyos pobladores han visto que su riqueza aumenta, además de tener una moneda que no es controlada por ningún Gobierno.
«La tecnología que el Gobierno de El Salvador ha traído para sus ciudadanos está construida por personas que buscan la libertad financiera. El bitcóin es una revolución pacífica porque la transformación que genera no necesita armas», opinó Gabriel Kurman, economista argentino y fundador de una plataforma que permite la firma de contratos con criptoactivos.
Sin duda, los expertos avalan, con una ovación de pie, la decisión del presidente Bukele de adoptar el bitcóin como moneda de curso legal, una adopción que, dicho sea de paso, es voluntaria, no impuesta, como en 2001 fue el dólar que eliminó de facto al colón.
La Conferencia Latinoamericana de Bitcóin (LABITCONF) ha servido como escaparate para que los salvadoreños conozcan más sobre la materia y para que el mundo sepa de las oportunidades de invertir en el país.