El Centro de Estudios Ciudadanos de la Universidad Francisco Gavidia presentó la semana pasada la Encuesta Preelectoral: enero 2021. Esta medición se hizo del 13 al 17 de enero, con un nivel de confianza del 95 %, error muestral ± 2.5.
El estudio reafirma la tendencia que de todos es conocida: Nuevas Ideas y sus candidatos se encaminan al triunfo más amplio de la historia política reciente en El Salvador. Con esto, se podrá consolidar un proyecto que ya tuvo su primer gran capítulo, cuando en 2019 Nayib Bukele se convirtió en el presidente de los salvadoreños, y puso fin a 30 años de incapacidad y corrupción de ARENA y el FMLN en el Ejecutivo.
Tres datos sobresalen de la encuesta. El primero es que el 59.9 % de la población votará por Nuevas Ideas en la elección de alcaldes. Es decir, 6 de cada 10 salvadoreños están decididos a transformar sus municipios. Los nuevos gobiernos locales administrados por Nuevas Ideas serían no menos de 160, y con eso se podría trabajar seriamente en el crecimiento económico y social de los territorios. Hasta ahora, los alcaldes del país no se han interesado realmente por mejorar las condiciones de vida de la población. La gente lo sabe. La gente lo entiende. Por eso quiere cambiar. Por eso quiere que una nueva generación de líderes municipales de Nuevas Ideas gobierne a partir de este año.
El segundo dato sobresaliente es el siguiente: el 64.7 % de la población dice que votará por Nuevas Ideas en la elección de diputados. Este número es revelador. Nuevas Ideas estaría acercándose a la cifra mágica de 56 diputaciones, suficientes para tener mayoría calificada. Un hecho inédito que ofrecerá gobernabilidad al país. La Asamblea Legislativa podría trabajar de la mano con el Ejecutivo, con el presidente Nayib Bukele. Y, con ello, podrían desarrollarse iniciativas que por fin sean de valor para la gente. Hasta el momento, los diputados del bloque ARENA-FMLN-Párker han demostrado que no están interesados en el bienestar del pueblo. Esa es la razón por la cual la gente ha decidido que el 28 de febrero estos políticos obtusos deben salir del Órgano Legislativo.
El tercer y último dato es el que acuerpa y, en cierto sentido, empodera los dos anteriores: los salvadoreños le atribuyen casi un 9 como calificación (de 10 probables) al presidente Bukele en su manejo de la pandemia. Es decir, para la población, el trabajo del mandatario ha sido excelente. Gracias a sus decisiones, hemos podido convertirnos en un país ejemplo en esta crisis relacionada con la COVID-19. Se han salvado vidas y se ha mejorado el sistema de salud pública.
Así, parece ser que los salvadoreños han tomado una decisión que se ve imparable. Se va a renovar toda la política en El Salvador. Estamos cerca de una nueva etapa en la que por fin la política estará al servicio de la gente. Habrá posibilidad de desentrampar presupuestos, de profundizar en el Plan Control Territorial, de invertir para el bienestar de la población. Habrá coherencia entre los objetivos del presidente de trabajar para construir un mejor El Salvador y los objetivos de los futuros diputados y alcaldes.