Este miércoles 3 de noviembre, se cumplen 64 años del lanzamiento al espacio del primer ser vivo, fue en 1957 cuando la Unión Soviética recluyó en la nave Suptnik 2 a la perrita Kudryavka, mayormente conocida como Laika.
En ese entonces, el programa espacial soviético optaba por utilizar a perros callejeros, debido a que los científicos consideraban que estos habían aprendido en sobrevivir a condiciones extremas provocadas por el hambre y el frío.
La nave Suptnik 2, que fue puesta en órbita de la tierra, tenía diferentes compartimentos, en uno de ellos, separada del resto, se encontraba Laika, la perrita de aproximadamente 6 kilos de peso.
Su espacio le permitía acostarse, contaba con un sistema regenerador de aire, y tenía alimento y agua.
Además, tenía conectados algunos electrodos que permitía a los científicos monitorizar las señales de vida. Entre las primeras señales, pudieron comprobar que Laika se sentía un poco alterada al encontrarse en un lugar totalmente desconocido para ella, y para la humanidad entera.
Entre los planes de los científicos, no estaba el regreso de la perrita, ya que lo consideraron imposible, así que esperaban sacrificarla luego de 10 días en el espacio. Fue hasta el año 2002 que fuentes rusas habrían informado que Laika en realidad murió a pocas horas de estar en el espacio, y que las causas habrían sido estrés y sobrecalentamiento debido a un fallo en la nave.
En tanto, el sacrificio de Laika proporcionó a los científicos los primeros datos sobre el comportamiento de un organismo terrestre en el espacio.