Sentada en una de las sillas situadas en los pasillos de la alcaldía de San Miguel Centro, lucía un vestido azul marino que le acentuaba el tono de la piel clara y la delgada figura, esperaba a «Diario El Salvador» la reina del carnaval, Julissa Valeria Mejía Díaz, para una entrevista.
Julissa aseguró que está acostumbrada al escenario, ya que desde muy joven se interesó por el canto y el baile, aunque representar a la colonia Belén era un reto diferente.
Manifestó que entiende algunas críticas que recibió en redes sociales sobre su triunfo y se las tomó con tranquilidad. Dijo que está conforme con su físico y conoce cuáles son sus virtudes. Asimismo, confirmó el compromiso que hizo el día de la elección de trabajar en favor de las personas con necesidades
especiales.
¿Cómo surgió el deseo de querer ser reina del carnaval?
Jamás me imaginé que estaría en este certamen, sin embargo, la oportunidad llegó a las puertas de mi casa y lo pensé. Mis padres me apoyaron, me hicieron pensar en mi futuro, que esto podría abrirme muchas puertas, y ahí fue cuando me animé.
Una vez te nombraron reina del carnaval surgieron algunas personas que no estaban de acuerdo con la decisión del jurado y, a la vez, personas con experiencia en eventos de belleza que salieron en tu defensa ¿Cómo te hizo sentir esto?
Lo tomé de una forma tranquila, calmada, porque me conozco, sé cuáles son mis virtudes. Amo mi físico y me acepto como soy sin importar lo que las demás personas digan; aprovecho esta pregunta y me gustaría dejar un mensaje: que no les importe lo que otras personas digan u opinan de ustedes, sino que lo
importante es aceptarse tal cual somos y seguir adelante.
En la ronda de preguntas en el evento de la elección propusiste dar espacio a los niños con capacidades especiales, ¿esto se mantiene?
Ese es el proyecto que tengo, y de la mano con la alcaldía [de San Miguel Centro] vamos a llevarlo a cabo.
¿Cómo surgió este deseo de trabajar con los niños y adolescentes?
Tuve la oportunidad de trabajar en la casa de la cultura de San Miguel, daba clases a jóvenes de k-pop y también baile urbano. Tuve la oportunidad de trabajar con dos niñas que tenían capacidades especiales, ellas pudieron presentarse en nuestro Teatro Francisco Gavidia con mi ayuda y la de sus compañeras.
Ellos son capaces de cualquier cosa, y es lo que quiero, es el legado que quiero dejar, que ellos sean parte de esto tan grande como lo dije ese día, que participen en la próxima elección.