Cuando Daniela Miranda viajó a Punta Cana, República Dominicana hace unas semanas, tenía el brillo en sus ojos que toda soñadora tiene y una meta trazada. Ahora, ha regresado al país coronada como Miss Beauty World International 2023, tras haber conquistado el máximo galardón en dicha competencia de belleza de escala mundial.
Luciendo con su corona y con mucho más brillo en sus ojos tras el triunfo, Miranda comenta cómo fue su experiencia en ese certamen y cómo el nombre de El Salvador sigue sonando fuerte gracias a los cambios positivos que el país ha experimentado bajo la presidencia de Nayib Bukele. Además, señala el arduo trabajo que realizó para lograr el objetivo que se había trazado.
Ahora, con la corona en su cabeza y la banda que la acredita como la reina del Miss Beauty World International 2023, Miranda espera seguir trabajando como vocera de la Asociación de Endometriosis de El Salvador, una causa social que espera potenciar con la ventana internacional que se abre con su triunfo en Punta Cana.
Hablemos del Miss Beauty World International 2023. ¿Cómo fue tu experiencia en este certamen?
Ganamos la corona para El Salvador. Estoy muy feliz, muy agradecida con Dios, con toda la producción, con el staff, mi director, toda mi organización, mi familia… ¡con todos! Fue una semana muy pesada, pero fue una experiencia perfecta. Mi organización internacional superó mis expectativas, fue un staff increíble. Las personas de República Dominicana te hacen sentir en casa, en familia. Pasaron un montón de dificultades, como en toda competencia, pero las vi del lado positivo y las vi como oportunidades, haciendo que lo malo resultara siendo bueno.
¿Qué actividades fueron las que se evaluaron en ese certamen?
Primero evaluaron la puntualidad. Teníamos un horario y una agenda apretada todos los días. Si el desayuno se programaba para las 7 de la mañana, yo hacía lo posible por estar a las 6. Es algo que, al principio, pensé que no lo iban a notar, pero me fui dando cuenta que esos aspectos también eran importantes. Tras la competencia, me comentaron que ese tipo de acciones fueron notadas por los evaluadores.
Nos estaban evaluando también desde el primer momento en que llegaos a la concentración. Nos evaluaron cómo tratamos con el staff, con el personal del hotel y con las demás chicas de la competencia. Todo eso es importante. Gracias a Dios entre todas nosotros hubo una buena amistad. Además, un plus importante es que en los foros que hicieron siempre estuve participando. Eran fotos sobre diversos temas, incluso, la celebración de Miss Universo acá en El Salvador también fue un tema dentro de esos foros, que los hacían para evaluar nuestro conocimiento.
Había muchos temas de coyuntura también y de realidad nacional. Dentro de esos foros me comentaron que aman a nuestro presidente, que desean ser como El Salvador. Muchos me comentaban sobre lo que Nayib Bukele ha hecho en El Salvador y desean, incluso, que sus gobiernos trabajaran igual que lo ha hecho el nuestro. Todo eso me hizo sentir bien porque el nombre de El Salvador suena por algo positivo, ser la representante de un país seguro y en paz es algo que me alegra muchísimo.
Antes de tu viaje a Punta Cana conversamos sobre tus posibilidades. Te veías muy optimista. ¿Siempre fue así estando ya en el certamen?
Desde que puse un pie en Santo Domingo me tracé un propósito. Quería que El Salvador tuviera esa corona. Obvio, siempre hay miedos e inseguridades. Yo sabía que tenía muy bien desarrollado todos los puntos de la competencia, pero seguía nerviosa durante la noche de la gala final.
Sin embargo, siempre me pongo en las manos de Dios y me encomendé a él. Durante la entrevista con el jurado tuve sensaciones positivas.
Hablé con mi mamá por WhatsApp previo a la gala final, pero sentía temor y muchos nervios. Mi mamá, al escucharme, me animó y terminó de darme el empujón para salir adelante. Tenía mucho miedo porque comencé a ver que otras chicas también figuraban como favoritas, pero mi mamá me dijo que ella no había criado a una mujer con miedos, que me animara y que recordara de lo que era capaz.
Ya durante la premiación, al principio me anunciaron como ganadora del título por la mejor labor social, algo que me hizo sentir bien por el trabajo que he hecho acá en el país con mi organización (sobre la endometriosis). Después comenzaron todas las categorías y, al llegar a la corona del certamen, la de «Best of the Best» de Miss Beauty World International, pensé que quizás no era para mí y me daba por satisfecha con la corona de mi categoría. Pero, anunció que era para El Salvador y estallé de emoción. Al momento, quizás parecía más sorprendida que feliz, pero después fue toda una oleada de emociones que sentía, pero, sobre todo, me sentía plena por haber alcanzado este logro.
Ahora que triunfaste en este certamen, ¿qué expectativas tienes y qué buscas lograr con la corona de Miss Beauty World International y la apertura internacional que te brinda?
Tengo varias expectativas y oportunidades, tanto en el ámbito del modelaje y los reinados de belleza, como en las causas sociales. Quiero que ese aspecto de mi vida profesional siga creciendo. Trabajar con las mujeres de mi organización no es un «tal vez lo haga», sino algo que voy a seguir haciendo, ahora como representante internacional.
Tengo un año de reinado con muchas actividades en varios países y quiero seguir trabajando también en ese tema. Si en mi país falta que haya más consciencia con ese tema, no me imagino cómo faltara en otros países. Quiero seguir enfocándome en eso, pero sin dejar pasar otras oportunidades para crecer, mejorar y, sobre todo ayudar a las demás, sin olvidar quién soy y de dónde vengo.
En los últimos meses se ha hablado mucho sobre certámenes y reinas de belleza en El Salvador. Pero, ¿qué aportan estas competencias al país y qué pueden hacer las reinas de belleza para incidir en la sociedad?
Creo que hay una palabra clave: somos «Embajadoras de la Belleza», sí, es verdad, pero más allá del glamour, la moda, todo el entorno de los eventos de belleza, somos mujeres que nos preparamos, que nos exigimos y que estamos acostumbradas a trabajar en nuestra vida cotidiana con todo el empeño de hacerlo bien. Las salvadoreñas somos optimistas y trabajadoras. Me gustaría seguir mostrando esa imagen en el mundo.
Hay mujeres que han triunfado tras iniciar en el mundo de la belleza, como la embajadora Milena Mayorga, quien, más allá de ser una reina de belleza, ha demostrado que las mujeres podemos triunfar en otros aspectos como la política y las labores sociales, siendo portavoces en el mundo y demostrando que las mujeres podemos ser líderes en la sociedad.