Como no es usual en una ciudad enclavada en el desierto, la emblemática ciudad de Las Vegas, ha vivido uno de los más letales fines de semana de los últimos años, tras registrarse poderosas tormentas eléctricas que han provocado inundaciones que a la vez afectaron a miles de residentes y turistas, incluyendo a apostadores que se trataron de resguardar en casinos.
Desde el pasado jueves, el Servicio Nacional de Meteorología emitió un aviso de inundación para el condado de Clark, en el Valle de Las Vegas, las tormentas se extenderían hasta el sábado por la noche, y lo cual representó «posible amenaza para la vida y la propiedad». Varias personas quedaron atrapadas en sus vehículos ante el desborde de las aguas lluvias.
Las lluvias afectaron el tráfico aéreo ya que se registró 676 retrasos en vuelos de salida y 108 cancelaciones, más de 4,000 personas quedaron sin energía, y un tremendo aguacero se filtró sobre las máquinas de juego en el lujoso Caesars Palace hotel y casino.
Según las autoridades, las inundaciones causaron daños en algunas calles principales, se filtró por los techos de hoteles y de casinos y obligó a llevar a cabo labores de dragado en algunos desagües que colapsaron a causa de las intensas precipitaciones.
Atrapados en Burning Man
Asimismo, medios digitales estadounidenses informaron que miles de personas se quedaron varadas este fin de semana en el desierto de Nevada, como consecuencia de las torrenciales tormentas mientras acudían al festival Burning Man.
Los organizadores pidieron a las personas que estaban en el lugar que se mantuvieran a salvo y que racionaran la comida y agua. Según los asistentes, la arena se convirtió en una capa de barro de hasta 70 cm.
El servicio estadounidense de meteorología advirtió que las lluvias y las tormentas continuarían todo el domingo.
El festival Burning Man tiene lugar cada año en un lago seco del desierto de Nevada, donde se construye una ciudad temporal a la que se puede acceder a través de una autopista de dos carriles, pero esta vez también fue parte del caos.