Siendo sincero, nunca había pensado en el liderazgo como una oportunidad; sino hasta hace unos días atrás, mientras impartía una clase de forma virtual sobre liderazgo a un grupo de jóvenes bachilleres en la escuela de nuestra iglesia. Aunque esta clase la he dado muchas veces, esa mañana mientras conversábamos sobre el tema, ellos mismos hicieron que este pensamiento viniera a mi mente; y, entonces, hablamos de la oportunidad que tienen en sus propias casas de asumir el liderazgo en el hogar o en cualquier área, haciendo tareas como cuidar del jardín de sus hogares donde pueden asumir la responsabilidad regando, podando, abonando y haciendo cualquiera de las actividades que demanda el cuidado de una zona verde. Ustedes pueden ser líderes ahora en sus propias casas, fue la conclusión poderosa de aquella conversación, a la que podríamos agregar la alegría que traerían a sus padres al asumir ese tipo de liderazgo.
En un contexto pequeño, como puede ser el hogar o a una escala mayor como una nación, el liderazgo es siempre una oportunidad que se nos concede y que no muchos saben aprovechar. En cierta forma, todos tenemos esa oportunidad, pero solo los líderes la toman.
La oportunidad es la ocasión y la necesidad que se nos presenta, ya sea en situaciones comunes, normales o extraordinarias de la vida. Las ocasiones pueden ser diversas, y sin duda cada ocasión tiene su propia necesidad. Está el caso de aquellos que deciden formar un hogar, tanto él como ella tienen ahora la oportunidad de asumir el reto de liderar el nuevo hogar, asumiendo las responsabilidades de la casa y ocupándose de las necesidades de una relación mutua. Sin embargo, hay quienes no llegan a discernir que todas estas situaciones son, en realidad, oportunidades de asumir el reto de liderar.
Asumir el liderazgo es el reto que debemos inculcar en las nuevas generaciones desde la niñez, es la mentalidad que necesitamos cultivar en la mente de nuestros jóvenes para que visualicen que tienen y tendrán muchas ocasiones para tomar la responsabilidad de atender diferentes tipos de necesidades en la sociedad; y que el liderazgo consiste precisamente en tomarlas y atenderlas como propias, y esas ocasiones sobran en la vida. Pero, lastimosamente, no las aprovechamos por falta de orientación, negligencia, desinterés o cualquier otro motivo; no obstante, cada uno es responsable de las oportunidades que tiene.
Esta verdad igualmente la podemos aplicar a un país, porque así como un joven puede aprovechar las muchas oportunidades que tendrá en su propia casa, de la misma manera, la tienen todos aquellos que laboran para cualquier organización pública o privada. Aunque, lastimosamente, en estos últimos 40 años de los que puedo tener un poco de memoria nacional, hay muchos hombres y mujeres en nuestro país que tuvieron la oportunidad de liderar, pero no la aprovecharon. Tuvieron la ocasión y quizá hasta identificaron ciertas necesidades. Sin embargo, dejaron pasar la oportunidad de ejercer un verdadero liderazgo y solo se aprovecharon o se lucraron de sus posiciones de poder y de trabajo.
Se han dicho muchas cosas sobre el liderazgo, desde frases y pensamientos simples hasta los más sofisticados; pero al final del día, el liderazgo es, en realidad, una oportunidad que a usted y a mí se nos presenta constantemente a lo largo de la vida. La pregunta es si la vamos a aprovechar asumiendo la responsabilidad de atender las necesidades que tenemos enfrente.
Sirva esta reflexión para que humildemente cada uno tomemos el reto de liderar, comenzando en nuestros hogares. Entendiendo el liderazgo no como el que manda, sino como el que asume la responsabilidad de atender las necesidades que se presentan en la vida para amar y servir a los demás.