Aunque reconoce que nada está garantizado aún, la directora ejecutiva del Centro Romero en Chicago, Estados Unidos, Daysi Funes, una de las organizaciones que forman coalición con Alianza Américas, confirmó que mantienen una actitud positiva luego de un primer encuentro con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.
Los líderes de inmigrantes se reunieron con la funcionaria antes de que fuera juramentada en el cargo, para exponer los principales temas de inmigración, como asegurar la permanencia legal de la comunidad, el respeto de los derechos humanos, principalmente de los centroamericanos que van en caravanas, y abogar por «verdaderos esfuerzos» para prevenir los éxodos.
Que Harris esté en el poder significa un «alivio migratorio», según Funes, ya que la vicepresidenta se comprometió a velar por la comunidad y priorizó como primera acción la reforma migratoria en el Congreso.
Funes espera que esta vez los políticos demócratas logren un giro para los inmigrantes, especialmente porque tiene un «poco más de poder» en el Órgano Legislativo.
«Este es un factor que tendrá mayor impacto; además, varios funcionarios nuevos apoyan el tema migración. Por ello, los que hacemos abogacía estamos positivos», reiteró Funes.
Agregó que no están seguros sobre que todos los inmigrantes lleguen a cumplir con todos los requisitos para obtener la ciudadanía. Pero ven más probable que se logre la extensión y estabilidad para los 190,000 salvadoreños amparados en el Estatus de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés).
«Si nosotros como inmigrantes en Estados Unidos hacemos las deliberaciones y nos aseguramos de que las promesas que ha hecho la administración se lleven a cabo, tendremos más posibilidades. Nada está garantizado a estas alturas. Estábamos asustados con el gobierno anterior porque todo cambiaba día a día», sostuvo Funes en una entrevista telefónica.
El Centro Romero atiende a más de 3,000 familias salvadoreñas en diferentes procesos de reinserción social y laboral, además de programas de educación y valores.
La directora dijo que, desde su experiencia y contacto de cerca con sus compatriotas, no todas las familias buscan el camino a la ciudadanía para solo quedarse en los Estados Unidos, sino que lo que realmente mueve ánimos es obtener un permiso para trabajar legalmente y poder viajar.
Ahora que Joe Biden y Harris ya se encuentran en la Casa Blanca, la directora declaró que vigilarán todas las propuestas o iniciativas que sean presentadas, siendo minuciosos con los detalles para que no afecten a la comunidad y no sea algo «catastrófico» o que quede solo en papel.
Otro de los temas en discusión fue la garantía de la vacuna contra la COVID-19 para los inmigrantes sin exclusión por su estatus legal. Para ello también se reunieron con el excongresista demócrata Joe García. Funes señaló que también tuvieron una respuesta positiva para hacer las gestiones posibles. La administración de Biden ya ha hablado del tema, afirmando que no se contempla dejar fuera de los planes de vacunación a los inmigrantes indocumentados. Esto significa un cambio medular en la retórica del Gobierno de Estados Unidos.
Prioridad
Biden presentó la reforma migratoria para otorgar la ciudadanía a 11 millones de inmigrantes. La discusión todavía no ha comenzado en el Congreso. La iniciativa ha sido aceptada por las organizaciones que esperan que el proyecto se convierta en ley. Con ese impulso también abogarán para garantizar la vacuna contra la COVID-19 de toda la comunidad.