El presidente Nayib Bukele llega a sus primeros 100 días de gobierno en su segundo mandato tras cimentar las bases para la transformación económica del país. Después de conquistar la paz en su primera gestión se generaron las condiciones necesarias para enfrentar el segundo gran reto de El Salvador: el desarrollo económico.
La implementación del Plan Control Territorial permitió, en conjunto con el régimen de excepción, la desarticulación de las pandillas, las organizaciones criminales que surgieron y se fortalecieron durante las administraciones de ARENA y del FMLN, partidos que se volvieron cómplices de sus delitos debido a su negligencia para combatirlas e incluso negociaron con ellas.
La inseguridad resultante impidió que los salvadoreños tuvieran tranquilidad. Declararle la guerra a las maras y depurar el Órgano Judicial, el ministerio público y el sistema de prisiones han generado confianza en el país y atraen inversiones.
Precisamente, la mayor inversión privada en la historia nacional se ha producido recientemente con el anuncio de la llegada de la empresa turca YILPORT Holding Inc., la cual formará una sociedad de economía mixta con CEPA para modernizar el puerto de Acajutla y echar a andar el puerto de La Unión. La Unión Portuaria del Pacífico, con una inversión de más de $1,615 millones, dispone del potencial para dinamizar la industria nacional y fomentar el comercio para atraer más inversionistas y empresas interesadas en aprovechar las ventajas logísticas de operar en el país más seguro del mundo y con una excelente red de carreteras.
El presidente Bukele también lanzó una red de agromercados para llevar alimentos de alta calidad a precios bajos para la población. Esta estrategia permite el acercamiento de los productores agrícolas a los consumidores y elimina la intermediación que aumentaba los costos y, con ello, los precios que las familias pagaban.
También, el Gobierno ha promovido la eliminación de los aranceles de 116 productos de la canasta básica ampliada, una medida que estará vigente durante 10 años para garantizar el acceso a mejor alimentación a precios más bajos.
Las bases para la transformación económica del país son sólidas. Así como el presidente Bukele tuvo éxito para desarticular a las pandillas y llevar tranquilidad a las familias salvadoreñas, del mismo modo llevará al país hacia un mejor destino, con más desarrollo y oportunidades económicas para todos.