Los padres de los dos hermanos australianos asesinados en México dijeron el miércoles tener el «corazón roto» por la muerte de los dos surfistas, cuyos cuerpos empezaron a ser repatriados hacia su país.
«Nuestro corazón está roto y el mundo se ha vuelto un lugar más oscuro para nosotros», dijeron Debra y Martin Robinson desde la ciudad californiana de San Diego en su primera declaración pública.
Sus hijos Callum y Jake, además de su amigo estadounidense Jack Carter, desaparecieron a finales de abril en el turístico municipio mexicano de Ensenada, donde acudieron a practicar surf.
Sus cuerpos fueron hallados el viernes en un pozo de un acantilado con disparos de bala. Según la fiscalía, el trío fue víctima de un asesinato y un intento de robo por el que fueron detenidos tres sospechosos.
Una fuente judicial en México explicó que sus cuerpos «habían partido» de la funeraria en Ensenada para ser trasladados a Tijuana, en la frontera con Estados Unidos, donde iban a ser embalsamados antes de llevarlos a San Diego.
Desde esa ciudad californiana, los padres de los hermanos australianos agradecieron «el abrumador apoyo» recibido desde la noticia de su desaparición.
«Ahora es hora de llevarlos a casa, con su familia y sus amigos y las olas del océano en Australia», dijo su madre Debra antes de romper a llorar.