Los residuos plásticos han llegado «a todos los rincones de los océanos» y amenazan «la biodiversidad marina», alertó este martes la organización Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que pidió un tratado internacional para luchar contra el problema.
La contaminación «ha llegado a todos los rincones de los océanos, desde la superficie al fondo marino, desde los polos a las costas de las islas más aisladas, desde el más diminuto pláncton a la ballena más grande» advierte la organización, a pocas semanas de una asamblea medioambiental de la ONU.
Entre 19 y 23 millones de residuos plásticos van a parar al mar cada año, explica el texto, que resume más de 2,000 estudios sobre el tema. Esos residuos se degradan y se convierten en minúsculas partículas, hasta convertirse en «nanoplásticos», de una talla inferior al micrón (milésima parte de un milímetro).
La situación es tan grave que incluso si cesara el constante vertido actual, el volumen de microplásticos se duplicaría de aquí a 2050, a causa de los restos ya presentes. Pero lo más inquietante es que la inundación de material plástico no va a interrumpirse, puesto que la producción de plástico nuevo se duplicará de aquí a 2040, y los residuos en los océanos en consecuencia se triplicarán.
«Estamos llegando a un punto de saturación en numerosos lugares, lo que supone una amenaza no solamente para las especies, sino para todo el ecosistema», explica Eirik Lindebjerg, responsable de investigaciones sobre residuos plásticos en el WWF.
Más allá de las imágenes impactantes de torturas o focas atrapadas en redes, es toda la cadena alimentaria la que está en peligro. Un estudio de 2021 sobre 555 especies de peces localizó restos de plásticos en 386 de ellos. Otros científicos que examinaron la pesca de bacalao, uno de los pescados más comercializados, descubrieron que hasta un 30 % de los peces en el Mar del Norte tenían microplásticos en el estómago.