Juana Cruz y Marcela Coreas Cruz, madre e hija, residen en Yoloaiquín, Morazán, y después de nueve años de tener una tienda de croché y bordados en línea se decidieron a abrir su local fuera de su casa en el cantón El Aceituno, a la orilla de carretera Ruta de Paz. En su pequeño local también brindan la oportunidad a otros artesanos de mostrar sus productos.
«El emprendimiento nació hace nueve años cuando veía a mi mamá hacer croché, le pedí que me enseñara y decidí hacer mi vestido de 15 años a croché, el cual me tomó seis meses elaborarlo. Luego de eso nos hicimos conocidas en la zona y ahí nació el emprendimiento Mar y Cielo», contó Marcela.
Sin embargo, en 2020 debido a la situación por la pandemia de la COVID-19, el croché dejó de venderse de la misma manera debido a los costos, por lo que buscaron nuevas formas para mantener el negocio y apoyar en el sustento familiar.
«En 2020 agarré una máquina para hacer bordados y nos metimos en ese rubro. Nos hemos expandido y ya hacemos también trabajos de sublimación y estampados. Me encargo de esos trabajos y mi mamá del bordado en croché», comentó Marcela.
Juana manifestó que el croché siempre fue un pasatiempo y que su hija la animó para convertirse en emprendedoras.
Uno de los miedos antes de abrir su tienda era no vender; sin embargo, con esfuerzo buscaron salir adelante y hacerse más conocidas en el departamento. En octubre de 2023, con un grupo de artesanos decidieron colocar una tienda en Osicala.
«Nos hemos unido con cinco artesanos, tenemos vinos artesanales, productos naturales para el cabello, bordados en mantas, hamacas y barro negro. Es un apoyo mutuo, hay unos artesanos que viven en zonas muy remotas que no pueden poner su tienda en un lugar céntrico», dijo Juana.
«Para darnos a conocer participamos en ferias, trabajamos pedidos en línea en redes sociales en nuestras páginas Mar y Cielo. Hacemos lo posible para hacer los trabajos que nos piden y hacemos entregas en San Francisco Gotera, Osicala y aquí en Yoloaiquín», mencionó Marcela.