Durante toda su historia, el pueblo salvadoreño ha buscado el progreso. Durante muchos años, la búsqueda de un mejor futuro ha sido la guía para muchas personas.
Sin embargo, los intereses de los grupos políticos han impedido que los ciudadanos disfruten de una verdadera paz, de verdaderas oportunidades económicas, de cultivar su espíritu y conquistar un desarrollo integral.
La mezquindad y la corrupción han sido los signos que han caracterizado a los viejos políticos. Con ARENA y el FMLN, El Salvador vivió un verdadero retroceso.
La catástrofe provocada en las finanzas públicas debido al saqueo sistemático de los fondos obtenidos por el pago de los impuestos de los ciudadanos era motivo suficiente para que estos funcionarios impidieran las transformaciones que la nación tanto necesitaba. El perverso sistema de impunidad de ARENA-FMLN protegió a corruptos y otros delincuentes.
Fue necesario que el pueblo rompiera ese esquema y derrotara al monstruo de dos cabezas para poder, con el presidente Nayib Bukele, iniciar el proceso de transformaciones.
En el primer mandato del presidente Bukele se ha hecho mucho, pero para acelerar los cambios se requieren mejores herramientas legales.
La guerra contra las pandillas se profundizó cuando la Asamblea Legislativa aprobó el régimen de excepción, pues lo dotó de herramientas legales para perseguir el delito.
Del mismo modo, la reforma al artículo 248 de la Constitución de la República permitirá acelerar el proceso de transformación que el país necesita. La nación tendrá una Carta Magna de acuerdo con las necesidades actuales y en un marco legal actualizado.
Es de destacar que estos cambios se han hecho siguiendo las reglas establecidas por la misma Constitución, la cual fue escrita y aprobada en 1983, con Roberto d’Aubuisson como presidente en ese entonces de la Asamblea Legislativa.
El pueblo salvadoreño ha decidido profundizar la transformación del Estado al dotar a Nuevas Ideas con la fuerza legislativa necesaria para emprender esta modernización.
Con el sistema legal y la Constitución vigente, ARENA y el FMLN implementaron un esquema de corrupción y por eso se oponen, boicoteando las reformas para que no haya cambios.
Mantener estática la sociedad únicamente busca perpetuar y proteger ese sistema de corrupción que ARENA y el FMLN implementaron. Todavía no se han dado cuenta de que son irrelevantes para la historia nacional y que el pueblo salvadoreño los enterró debajo de toda su corrupción.
La nueva Asamblea Legislativa tiene toda la representatividad para actualizar al Estado salvadoreño.