El laureado tenista nacional Marcelo Arévalo sigue cosechando de su siembra: ganó el Roland Garros en dobles y en adelante ha apilado reconocimientos y los aplausos de un país ha elevado a categoría de ídolo, aunque el deporte blanco aún pinte exclusivo.
Este miércoles el sonsonateco, llegó recibir un reconocimiento en las instalaciones de la Federación Salvadoreña de Tenis (FST) y fue recibido con batucada, palmas y sobre todo como héroe por niños y jóvenes deseosos de seguir sus pasos.
A su llegada «Chelo» recordó las vivencias de su niñez y las batallas que vivió ahí en su camino hasta conseguir la gloria. «Este lugar es el sitio más emblemático de mi carrera», manifestó minutos antes de recibir un galardón por parte de Rafael Arévalo, su hermano, y presidente de la FST.
Marcelo, quien se sitúa en dobles en la posición 14 del mundo tras ganar el Roland Garros, tuvo tiempo para tomarse postales con chicos y grandes, autografiar pelotas, raquetas, gorras y camisas, pero lo más importante fue que mostró disponibilidad sembrar sus conocimientos y anunció que apoyará a los futuros tenistas salvadoreños.
«Como lo dijo Rafael (Arévalo) él no tuvo todo el apoyo que necesitaba para poder seguir con su carrera cuando tenía todo el talento y yo en lo personal no me quiero permitir que sigamos perdiendo talentos en El Salvador», expuso en su discurso ante los niños y jóvenes tenistas.
«Aquí talentos hay, falta apoyarlos y yo me voy a encargar de que los talentos que estén en el país se puedan convertir en campeones mundiales», añadió.
La idea de Chelo para llevar su experiencia al semillero del tenis, y que fue recibida con beneplácito por el presidente del Indes, Yamil Bukele, es llevar la enseñanza de la Academia de los Hermanos Arévalo a las canchas del Instituto de los Deportes.
Al proyecto conjunto también se sumará el apoyo del Banco Cuscatlán y Herbalife, recursos que servirán para traer al equipo que le hizo campeón y a los niños con talentos con sueños profesionales.