María Bersabé Ponce no tuvo el mejor regalo el pasado 10 de mayo, ya que el conductor de un vehículo tipo pick-up fue a impactarse contra su casa, construida solo con botellas, cerca de las 4:30 de la madrugada.
«Yo estaba despierta cuando escuché el golpe. Me levanto todos los días a las 3 de la madrugada a orar», mencionó la mujer de 88 años.
Su hija, Rosa Miriam Ponce de Lizama, quien vive al lado, al escuchar el estruendo salió de inmediato y fue quien confirmó que era un pick-up el que había dañado parte de la vivienda, pero no logró distinguir las placas.
El conductor solo retrocedió su vehículo y huyó del lugar.
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Pero luego de ese incidente, María Bersabé ya tiene restaurada su «casa encantada», como ella misma la ha denominado. Para lograrlo contó con la ayuda del Ministerio de Vivienda y de un yerno que puso la mano de obra. Ella se encargó de colocar nuevamente las botellas.
«El 12 de mayo, ella comenzó a recoger las botellas. Cuando ya le colocaron las láminas y la madera nueva, fue que pudo colocarle nuevamente las botellas», señaló la hija, quien es la única con vida de los ocho hijos que tuvo María Bersabé. Su esposo falleció hace tres años.
A diario, se encarga de mantener siempre atractiva su casa. En el piso hace decoraciones con pintura, las cuales acompaña con tapones de botella.
La «casa encantada» fue creada en 2005 luego de que, según afirma, en un sueño Dios le pidió que la construyera, por lo que comenzó a decorarla, y aunque no sabe la cantidad de botellas que ha ocupado, no descarta que sean más de 1,000.
La casa está a la orilla de la carretera del Litoral, en el cantón El Borbollón, de El Tránsito, San Miguel. Pero el Ministerio de Vivienda no puede hacerle una vivienda de otros materiales porque está en derecho de vía. Por tanto, se busca un terreno donde puedan construirle una nueva.
«El 12 de mayo, ella comenzó a recoger las botellas. Cuando ya le colocaron las láminas y la madera nueva, fue que pudo colocarle nuevamente las botellas».
Rosa Miriam Ponce, hija de María
«Un tío de mi hija nos ha donado un terreno, yo tengo las escrituras. Lo único es que esperamos que el Gobierno y el Ministerio de Vivienda nos ayuden, ya que ellos nos han dicho que nos van a ayudar y confiamos en eso», dijo la hija de la mujer.
María Bersabé aceptaría con gusto irse a vivir a otra casa más cómoda, pero advierte que quisiera mantener su casa hecha de botellas, que los turistas visitan y quieren conocerla; ella asegura que disfruta mucho de esas compañías.
Confiesa que le cuesta conciliar el sueño en ocasiones porque padece de la tensión, sin embargo, decorar su casa le da vida.