Son cinco décadas que no han transcurrido fácilmente, pero que le hacen muchísima ilusión celebrar de cerca con su querido público. Marito Rivera tiene una cita hoy, a las 7 de la noche, en el Hotel Real Intercontinental, con un «show» bailable incluido, para celebrar sus 50 años de carrera. Para este espectáculo de lujo, se fusionó con la Orquesta San Vicente, y los boletos están a la venta en Todoticket, a $60.
En su estudio y con la calidez que lo caracteriza, Marito Rivera compartió con «Diario El Salvador» sus memorias más exclusivas, su crecimiento como artista y por qué este aniversario es único. De su amplio repertorio destacan temas como «Mujeres salvadoreñas», «Malévola» y «Zapatos de tacón».
Ha compartido escenarios con grandes figuras de la música nacional. ¿Cómo atesora esas experiencias?
Desde 1970, he tenido acercamientos con agrupaciones de nuestro país. Hace poco tuve la idea de hacer varias colaboraciones con amigos, y llevo un total, creo, de ocho creaciones. Entre ellas, con Salsalvador All Stars, «Vivo sin ti»; «La matraca», con René Alonso; con Mario Roberto y la Orquesta Canela, «Basta y sobra»; con Melao, «Ven a bailar conmigo»; con Teffi España, «El nítido»; con Rica Banda, «Amiga»; con Will España, «El carnaval de mi tierra», y recientemente con el grupo La Calle, «La cumbia bandolera».
Con esto de la pandemia quedó pendiente la celebración de los 50 años fuera del país, pero ya hay interés por parte de contratistas para 2021 y seguir la celebración si las condiciones lo permiten.

¿Cuántas son las producciones grabadas hasta ahora?
Discos grabados, más o menos un total de 35, y 40 entre «singles» y compilados. Composiciones propias ya tengo unas 180 canciones, pero unas 50 quizá son las que han estado bien marcadas en el gusto del público. Además, han recibido muy bien los arreglos que he hecho de otras canciones y adaptaciones del inglés al español.
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Para Marito, ¿qué hace falta todavía por cumplir?
Yo creo que a cada rato uno tiene que estarse reseteando [sic]. Ya lo que pasó pasó, y sí quizá sirve como un pedestal, pero yo creo que a mí la vida me va empujando para hacer cosas positivas y sí considero que debo seguir trabajando, no parar.
Yo, de edad tengo 56 años, y considero que todavía me hace falta. Lo que Dios permita, pero sí el seguir grabando el tradicional estilo tropical al cual le estoy muy agradecido, pero sí de alguna forma yo quiero grabarme un rock, de aquí para allá lo voy a hacer. [Cuando tenía 12 años, el grupo al que pertenecía se inspiraba en el género rock y pop. Luego el grupo pasó a llamarse Grupo Bravo].
Apoyar a mis hijos; M.A.R.X, que viene con todo. Tiene ese sueño internacional y lo seguiré apoyando. A mi hijo menor, Anthony Vernon, que también es habilidoso con la guitarra y el piano. [Por otra parte, su hija Estela Beatriz se ha especializado en diseño gráfico y ya se encuentra trabajando para reconocidas firmas extranjeras], y si hay algún artista al que pueda apoyar, lo voy a hacer.
Con grupos como Bravito’s Kids ha formado a nuevos artistas. ¿Qué significa ser maestro en esta industria?
Me siento bien, porque de alguna forma ahí está la historia mía. Yo he creído fuertemente en el arte de la música, en inculcárselo y verlos, a unos que desde cero los he arrancado. Eso me hace feliz. Ya han venido al grupo muchachos con talento, pero que conmigo han aprendido algunos detalles y ellos se dejan enseñar.

En varias ocasiones ha expresado admiración hacia su esposa, Blanca Estela. ¿Qué ha representado la figura de ella en su carrera?
Es muy importante. Creo que la mujer a la par del hombre es un apoyo incondicional. Como pareja, nos hemos adaptado a nuestras carreras y ella ha sido un gran respaldo no solo en mi profesión, sino también en mi núcleo familiar. Si no existiera su apoyo, las cosas fueran más difíciles porque yo hago mi parte y mi esposa hace su parte; nos complementamos y ahí vamos caminando.
¿Se conocieron haciendo música?
No, para nada, sí mi esposa es migueleña, pero no es cantante. Ha vivido ayudándome a administrar todo esto, que no es tan fácil, porque la música es una carrera bien difícil y un negocio muy de altibajos, y unos muy pronunciados, como la pandemia.
El piano es su instrumento estrella, ¿cuál es el primer recuerdo que viene a su mente con él?
Yo realmente comencé viendo los ensayos de un grupo que tenía mi papá que se llamaba Los Combos, allá en San Miguel. Desde que tenía uso de razón, tres o cuatro años, me recuerdo que veía hacia arriba y venía un señor que tocaba el piano y otros señores que tocaban el saxofón. Entonces, fueron viendo que aquel niño tenía cierta inclinación hacia la música, y lo primero que hicieron fue ponerme a cantar, y veían que el niñito cantaba no a palabras sueltas pero que sí cantaba. Es así como mi padre, a los cinco años, me dijo que iba a aprender a tocar un instrumento y comencé a aprender guitarra, pero para un niño es bien difícil porque le duelen mucho las manos. Él vio que tenía dificultad y me puso a aprender órgano.
Desde su experiencia, ¿cómo percibe que ha sido la aceptación de la música nacional en los últimos años?
Creo que ha mejorado. Desde el hecho de que los medios de comunicación se acercaron más a los artistas nacionales y se interesaron en mostrarnos; para mí, esa iniciativa vale oro. Nos han puesto en otro pedestal. El hecho de que ustedes estén aquí dice mucho, no es solo el deporte o la política, sino también la música. Las radios programan más nuestra música. Somos muchas familias las que dependemos del arte de actuar.
CAMINO A SER NOMBRADO HIJO MERITÍSIMO
Recientemente la Asamblea Legislativa votó a favor de nombrarlo como hijo meritísimo de El Salvador.
Admirado no solo por su música sino también por su prodigioso talento con los teclados, Marito Rivera con anterioridad ha sido nombrado Hijo Meritísimo de su natal ciudad, San Miguel, y ha recibido otros reconocimientos dentro y fuera de las fronteras nacionales.

La Asamblea Legislativa, en 2010, le otorgó la distinción honorífica de Notable Artista Nacional a Mario Antonio Rivera Molina, su nombre real, por su destacada trayectoria musical. Este año lo ha invitado a seguirse reinventando, y el esfuerzo una vez más rinde sus frutos.
A finales de noviembre, recibió la buena noticia: con 47 votos a favor, la Asamblea acordó declararlo Hijo Meritísimo de El Salvador.
«Estuve hace dos semanas ahí, en la Asamblea. Me invitaron. La plenaria iba a decidir si les parecía la idea y, por suerte, tuve la votación de todas las fracciones, y eso fue bien interesante porque hubo cero abstenciones y ningún voto en contra, todo fue unánime. Estamos esperando que me avisen para que se haga el acto oficial», explicó el intérprete de canciones como «Mar y cielo» y «Adoro».