Apodada la «ciudad ocre», lugar destacado del turismo marroquí, Marrakech fue golpeada por un potente terremoto en la noche del viernes que causó más de 1.000 muertos, principalmente en su interior rural montañoso y de difícil acceso.
He aquí cinco cosas típicas de esta ciudad imperial conocida también como la «perla del sur».
– Centro turístico –
Situada en el centro-sur del país, Marrakech se sitúa entre las cinco primeras ciudades del país en términos de población, detrás de Casablanca y Tánger, con cerca de un millón de habitantes (cifra de un censo de 2020).
Pero es sobre todo el primer destino turístico en Marruecos. Recibe cada año a más de dos millones de turistas, que vienen a visitar la ciudad y sus alrededores, pero también a explorar las montañas del cercano Atlas.
Su medina, o ciudad vieja -una de las más extensas de África del Norte-, se extiende sobre 700 hectáreas. Contiene tesoros arquitectónicos como la mezquita de la Kutubia y su minarete de 77 metros de altura.
Esta medina fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985.
– Famosa plaza Jemaa el Fna –
Con sus domadores de monos, sus comerciantes y vendedores de jugos, la plaza Jemaa el Fna es el corazón palpitante de Marrakech.
En tiempos normales, miles de turistas la visitan cada día.
Este lugar, que había sido golpeado en 2011 por un atentado, es famoso por acoger todo el día y parte de la noche narradores, bailarines y cantantes árabes o bereberes.
Jemaa el Fna, que data del siglo XI -situada a la entrada de Marrakech-, fue declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco en 2001.
Cientos de personas acudieron a la plaza para pasar la noche del viernes al sábado por temor a que se produjeran réplicas del terremoto, según una corresponsal de la AFP.
– Vasto palmeral –
El palmeral de Marrakech, una de los más antigüos del país (siglo XI), constituye otro punto de atracción turística importante.
Situado en el norte de la ciudad, se compone de más de 100,000 palmeras, se extiende sobre 16,000 hectáreas y es regado por un complejo sistema de pozos y canales.
– Museo Yves Saint Laurent –
El museo Yves Saint Laurent de Marrakech recuerda el apego del estilista francés por «la ciudad ocre», donde compró en 1980 -con su pareja Pierre Bergé-, la villa Oasis, cuyos jardines pertenecieron al pintor orientalista francés Jacques Majorelle.
Este museo de arquitectura moderna fue inaugurado en 2017, cerca del Jardín Majorelle que era el lugar de vida de Saint Laurent en Marruecos.
– Los riads –
Inspirado por Yves Saint Laurent y por otras celebridades que vinieron a veranear en la ciudad, numerosos europeos -especialmente los franceses- han invertido desde principios de los años 2000 en los riads, estas casas tradicionales con patio central o jardín interior, dentro del casco antiguo de Marrakech.